Durante los últimos tres meses hemos atravesado las campañas de los candidatos al Poder Judicial en medio de la incertidumbre: seis boletas con al menos 60 candidatos, con instrucciones para marcar que son complejas para la mayoría de las personas. Mientras tanto, los medios digitales están saturados de información, tratando de sobrellevar la agenda regular al mismo tiempo que hacen el ejercicio de verificación de los candidatos de esta elección.
Las cinco lecciones que aprendimos de la elección judicial en redes sociales

Desde la aprobación de la Reforma Judicial, la información oficial no ha llevado la misma continuidad de los procesos electorales estándar. Las audiencias han recibido mensajes que reciben de manera neutral, pero no necesariamente con los incentivos para movilizarse a las urnas. Estas son las cinco lecciones que nos dejó este proceso electoral en las plataformas digitales.
1. Los candidatos iban a usar las redes sociales para promover sus campañas, dado el contexto apartidista de esta elección
Se esperaba de los aspirantes al Poder Judicial que utilizaran las experiencias y aprendizajes del periodo electoral del año pasado. Sin embargo, en esta ocasión no había narrativas de las identidades de los partidos políticos para acercarse con los votantes. Por lo tanto, los candidatos no tenían una organización de respaldo y era más difícil promover sus campañas en redes sociales.
Sin emociones para vincular los mensajes de campaña, los contenidos son más difíciles de desperdigar en redes sociales, que eran casi las únicas plataformas mediáticas de menor costo que los candidatos tenían a la mano.
2. La verificación de los perfiles de los aspirantes fue una tarea titánica para los medios de comunicación
El seguimiento del protocolo electoral ha sido especialmente complejo para los medios de comunicación, en especial para los que coexisten en plataformas digitales. Es todo un desafío para los medios digitales darle cobertura a la elección judicial porque no es posible abarcar tanta información en poco tiempo, no todos los contenidos informativos han tenido el alance esperado, la verificación tiene que hacerse mediante herramientas tecnológicas porque es imposible hacerlo con esfuerzos humanos, y la agenda compite con otros intereses de las audiencias.
Los medios de comunicación en plataformas digitales también han concedido espacios para revisar casos especiales que son de interés ciudadanos como las candidaturas incompletas y los lugares en donde técnicamente no hay posibilidad de elegir, porque el número de candidatos coincide con el número de puestos para jueces. Elegir prioridades en el orden de las agendas informativas se convirtió en un ciclo errático en esta elección judicial, y como respuesta existen herramientas como el chatbot del Observatorio de Medios Digitales para complementar la información electoral hacia los ciudadanos.
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3. Los expertos tenían una opinión encontrada
Las audiencias digitales experimentaron campañas informativas heterogéneas entre los contenidos oficiales del Instituto Nacional Electoral, los contenidos de los aspirantes al poder judicial y las opiniones de los expertos en la materia. Mientras algunos recomendaron no salir a emitir el voto por considerar este proceso como antidemocrático y riesgoso para el sistema judicial, otros activistas pidieron que la población se informara para salir a votar por la legitimidad que tendría el peso ciudadano sobre estos comicios.
En cualquiera de los casos, las opiniones de los expertos se hicieron más presentes en redes sociales hasta la última etapa de este proceso electoral. La herramienta Brand 24 reportó un incremento en los temas de debate sobre la elección del Poder Judicial en la última semana de mayo, que revelaban temas políticos y de controversias alrededor del día de la elección. Pero es importante que un movimiento que incentive a los ciudadanos a tomar una decisión (o no) se geste con tiempo suficiente para llamar a la movilización política.
4. La desproporción de la información en redes sociales
Solo algunos contenidos emitidos por los candidatos, los que tenían potencial para ser virales, tenían el potencial de coincidir con las preferencias de los usuarios por medio de los algoritmos. Pero estos aspirantes que sí eran visibles en plataformas digitales no siempre coincidían dentro de las regiones de sus votantes clave. La dispersión de contenidos en redes sociales no es garantía de votos emitidos en las urnas, esto es una lección de los cambios políticos y democráticos del año pasado.
La primera razón es porque la movilización política no es vinculante con la opinión de las audiencias; y la segunda es porque los algoritmos de las plataformas digitales tienden a expandir regionalmente los contenidos que son populares para hacerlos coincidir con las preferencias de más usuarios. Es decir, si las audiencias sentían afinidad por estos aspirantes, no era una seguridad que de hecho pudieran votar por ellos.
Para llegar a potenciales votantes, las campañas en redes sociales tendrían que coincidir con la sección electoral y esto es imposible de garantizar en plataformas digitales. Este fenómeno también afectaba a los candidatos de menor visibilidad, que posiblemente no aparecían con tanta frecuencia en las páginas de inicio de los electores que sí estaban dentro de su región. Es importante recordar que los algoritmos están hechos para extenderse, no para encapsularse localmente.
5. Los sentimientos en plataformas en redes sociales iban de lo neutral a lo negativo, pero nunca eran positivos
De acuerdo con plataformas de monitoreo de redes sociales, como Brand 24, las audiencias estaban constantemente informadas, ya sea por los contenidos de las candidaturas o por las notas que se emitían de medios digitales. Pero esto no significaba que las interacciones o el alcance promoviera sentimientos positivos, como lo vimos en las elecciones federales del año pasado. En esta ocasión, los usuarios de redes sociales mostraron indiferencia con respecto a contenidos meramente informativos.
El debate ideológico y las narrativas políticas sobre la legitimidad de este proceso electoral generaban sentimientos negativos dentro de las audiencias digitales. Las respuestas no tenían los tintes humorísticos o sarcásticos que permiten los memes o contenidos de corte irónico, que son los contenidos que mayor adherencia tienen dentro de las redes sociales. Las elecciones del Poder Judicial no terminan con esta jornada desangelada, aún nos resta medir las consecuencias de este proceso en otros ámbitos, esperar por los resultados y la opinión de las audiencias digitales.
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Nota del editor: Alejandra G. Marmolejo es profesora de ciencias sociales en el Tecnológico de Monterrey y miembro del Observatorio de Medios Digitales . Síguela en Threads como @alegmarmo. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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