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#ColumnaInvitada | ¿Hacia dónde apunta la política de salud del próximo sexenio?

El reto para el gabinete de salud de la próxima administración federal será mejorar la capacidad resolutiva y de comunicación entre la atención de primer contacto y de especialidad.
lun 23 septiembre 2024 06:03 AM
VIH/sida
El inicio del próximo gobierno brinda la oportunidad para mejorar la salud poblacional y el acceso a servicios de calidad; estos aspectos son igualadores sociales que permiten el desarrollo integral de las personas, señala Gabriel Martínez Zúñiga.

Con una ambiciosa agenda en materia de salud pública, el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum buscará incidir en el porcentaje de la población que se atiende en el sistema público, reducir la mortalidad prevenible y avanzar en la homologación de servicios y derechos de los mexicanos.

El reto para el gabinete de salud de la próxima administración federal será mejorar la capacidad resolutiva y de comunicación entre la atención de primer contacto y de especialidad, enfocándose en la evaluación de resultados de salud comunitaria.

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Para lograrlo, la Dra. Sheinbaum incluyó en su plataforma de campaña, “100 Pasos para la Transformación”, propuestas en materia de salud en 13 de los 100 pasos, y en 8 de los 15 ejes que la integran.

En las prioridades de política pública, el enfoque se da en estrategias multisectoriales de prevención, cambios de estilo de vida, autocuidado, vacunación al 100% y diagnóstico oportuno en el primer nivel de atención; abarca salud mental, bucal, visual, adicciones, enfermedades infecciosas y de transmisión sexual. En enfermedades no transmisibles se fijan métricas para el control de diabetes, hipertensión y falla renal. Se promueve la atención domiciliaria, aumento de infraestructura y de horarios en unidades médicas.

Se consideran estrategias para grupos poblacionales: primeros mil días de vida, mujeres en toda su línea de vida, poblaciones de la diversidad sexual, jornaleros agrícolas, migrantes y población indígena, reconociendo la medicina tradicional.

En el plano organizacional, retomarían su papel rector el Consejo de Salubridad General y la Secretaría de Salud. Se mantiene el objetivo de integración de los subsistemas públicos de salud, empezando por el IMSS Bienestar para la población sin seguridad social y el IMSS “ordinario” para quienes la tienen. El IMSS Bienestar seguirá centralizando facultades y recursos para administrar los 23 servicios estatales adheridos voluntariamente. Se espera que se sumen Yucatán, Coahuila, Durango e incluso Aguascalientes. Los estados no adheridos preservarán autonomía en su política sanitaria.

Ambas instituciones compartirán ciertos sistemas de información y hasta la experiencia de funcionarios que han transitado recientemente de una institución a otra. Con la incorporación del ISSSTE a la homologación gradual de procesos y el intercambio de servicios, como lo establece la plataforma, se avanzaría hacia la integración total, un objetivo perseguido en las últimas décadas.

La plataforma señala la importancia de vincular al sector privado como parte del modelo de salud pública. Será fundamental el trabajo coordinado con todos los actores, incluidos la sociedad civil y la academia.

Entre los habilitadores para lograr los objetivos resalta el diseño de estrategias de inversión a partir del análisis de datos epidemiológicos que estimen el impacto de enfermedades en la población. Destaca también la formación, contratación y mejora de salarios del personal médico, el rol de enfermería y la construcción de un sistema de cuidados.

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Se plantea la ampliación de oferta de medicamentos y dispositivos médicos asequibles mediante una política farmacéutica que fomente competitividad, ciencia, tecnología e investigación. Asimismo, la vinculación academia-industria para promover transferencia tecnológica y desarrollo científico e innovador en áreas estratégicas como la farmacéutica y biotecnología. Un nuevo modelo de compra de medicamentos que asegure al menos 95% de recetas surtidas, con BIRMEX como consolidador de compras y abasto. El fortalecimiento de COFEPRIS expandiendo sus capacidades, actualizando el marco normativo, simplificando procesos y fortaleciendo la certidumbre regulatoria. Finalmente, se consideran herramientas de salud digital como teleconsulta y la interoperabilidad del expediente clínico electrónico.

El inicio del próximo gobierno brinda la oportunidad para mejorar la salud poblacional y el acceso a servicios de calidad; estos aspectos son igualadores sociales que permiten el desarrollo integral de las personas. Resultados positivos en la política sanitaria potenciarían el resto de la agenda estratégica del país. Con una mejor salud pública, México alcanzará mejores escenarios de desarrollo social y económico para 2030.

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Nota del editor: Gabriel Martínez Zúñiga es internacionalista y maestro en Administración Pública; especialista en relaciones gubernamentales, políticas públicas sanitarias y de innovación; cuenta con 15 años de experiencia en el sector farmacéutico. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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