En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022, el 17.2% de niñas y niños de entre 9 y 11 años mencionó que alguien en la escuela se burló, le puso apodos ofensivos, rechazó o puso a sus compañeros en contra.
Situaciones y datos para tomar en consideración en este nuevo ciclo escolar y promover una cultura cívica basada en el respeto y la igualdad.
Como madres, padres o personas responsables de la crianza es posible contribuir a la denuncia y erradicación una vez identificado el acoso escolar.
Poner atención a las señales es fundamental. Las víctimas de bullying suelen aislarse de sus redes de apoyo, evitan asistir a la escuela o presentan signos de violencia. En el caso de los bulleadores se muestran más agresivos e impulsivos, justifican sus reacciones violentas y no valoran la gravedad de sus actos.
En el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México se han recibido 1,389 reportes por acoso escolar desde 2019. El 44% ocurre en la secundaria y los principales tipos de violencia son la física, verbal, sexual, psicológica y cibernética.
No es mentira cuando se dice que las o los hijos son el reflejo de lo ocurrido en casa. Por ello, es recomendable asegurar un ambiente de respeto, fomentar la comunicación abierta, sin juzgar.
Ellas y ellos deben reconocer la importancia de no valorar a otras personas por su apariencia o condición social, apoyar a quienes se sientan solos en clases, no usar la violencia como mecanismo de defensa o solución de problemas, así como hablar con madres o padres si son víctimas de bullying.