Al mismo tiempo, el cuerpo puede experimentar sudoración, temblores y dilatación de las pupilas, preparándose para una acción rápida. Además, el miedo puede desencadenar respuestas emocionales como la ansiedad y el pánico, afectando la capacidad de pensar con claridad y tomar decisiones racionales. Estas reacciones son evolutivas y han sido moldeadas a lo largo de millones de años para garantizar la supervivencia de los individuos frente a amenazas potenciales.
Sin embargo, en la sociedad moderna, el miedo también puede ser desencadenado por estímulos psicológicos, como el miedo a la violencia o la incertidumbre que crea un futuro desconocido, lo que puede generar un impacto significativo en la salud física y mental de las personas.
Y así está la gran mayoría de los mexicanos, enfrentando el recrudecimiento de la violencia en todo el país.
El temor no solo reina entre los ciudadanos “de a pie”, sino que incluso los candidatos políticos -sin importar el partido- sufren este flagelo diariamente pues, aparentemente, es sencillo asesinar a cualquiera de ellos, en este clima desconcertante.
Los focos rojos se han encendido hasta lo sumo. Las alarmas no pueden ser acalladas.
En total han sido asesinadas 51 personas durante este proceso electoral, de las cuales 26 eran aspirantes y 24 estaban relacionadas con el proceso electoral, aunque no buscaban un cargo.
Pero son cientos los casos -documentados o no- de intimidación, amenazas, ataques y secuestros. La firma Integralia Consultores contabilizó 182 incidentes de violencia política, asociados a 238 víctimas, es decir, 1.3 víctimas cada día.
Guerrero, Veracruz, Michoacán y Chiapas encabezan la lista de los estados con más víctimas. Pero el ataque fatal contra la candidata de Morena, Gisela Gaytán, en Celaya, Guanajuato, muestra que la violencia electoral está disparada y no tiene control.
Democracia temblando
Y antes de que arranque la totalidad de las candidaturas locales, es importante preguntar, ¿cuántos candidatos reciben actualmente protección del gobierno? Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad, no tiene idea. Tampoco sabe el INE, ni los gobiernos de los Estados.
El incremento de ataques a políticos ha superado el 200% mensualmente, desde enero. Apenas en febrero ya había más víctimas de candidatos que en todo el proceso electoral del 2018.