A confesión de parte, ¡¡¡relevo de pruebas!!! Omar, sin ningún mérito para ser Embajador! Sí, tras su decadente declaración: “No tengo ningún mérito para ser Embajador”, Omar Fayad, es el personaje de la semana.
Tal cual le dijo la senadora Lily Téllez, “Felicidades, Sr Fayad. Morena aborrece la meritocracia y usted es la prueba fehaciente”.
Hace meses advertí en este mismo espacio que Omar Fayad entregaría Hidalgo y que no metería ni las manos para apoyar a su ahora ex partido, el PRI, y a la Alianza Va Por México. El tiempo me dio la razón y hoy, después de 93 años de priismo, Morena ocupa el palacio de gobierno en Pachuca.
Y es que, como le dije entonces, el servilismo y sumisión, vamos la abyección de Fayad a la 4T había sido evidente desde 2018.
-Un fuerte doble-
Pues cómo dejar en el olvido el respaldo ciego al fracasado INSABI o el espaldarazo a Gatell y su pésima y asesina gestión de la pandemia. Lo mismo con sus constantes visitas al aeropuerto de Santa Lucía; o cuando, con nula visión federalista, como presidente de la Conago dijo que esa organización “no sería contrapeso del gobierno”. Vaya, que Fayad fue un gobernador más morenista que muchos.
Esa claudicación desde el día 1 del obradorato no podía terminar en otro lado que la 4T. Y es que meses después de su claudicación y aprovechando el éxodo de priistas contrarios a Alito, Omar renunció al PRI.
-Que no le digan que no le cuenten…-
Lo suyo más que por convicción democrática fue por conveniencia política; y es que ahora sabemos que ya tenía sus maletas preparadas para sumarse al servicio diplomático de cuarta, ¡perdón, de la cuarta!
Fayad no quería que le pasara lo que le pasó a Claudia Pavlovich o Quirino Ordaz que tras sus nombramientos fueron expulsados del PRI y se adelantó.
Al expriista se le cebó su primera opción; y es que dicen que ya se veía despachando en Tel Aviv pero la 4T reculó; ahora, en lugar de la ropa de playa, Don Omar empaca las chamarras y se prepara para pasar año nuevo en Oslo. ¡Nada mal como segunda opción!
Lo que hay que ver. El gobierno que prometió que los nombramientos diplomáticos no serían para políticos en desgracia, parece olvidó su promesa y ahora los otorga a exgobernadores entreguistas.
Cómo Quirino Ordaz, Claudia Pavlovich y éste.
Herencia trágica
Los resultados de Omar Fayad en Hidalgo dejan mucho que desear, bueno siendo más específicos son más ridículos que su forma de bailar y vestir emulando a Freddy Mercuri región de cuarta; ah no, región 4T.
¿Será que en Oslo continuará con sus fiestas y explorando sus dotes de DJ que la atención que le puso a gobernar?
Ojalá que no, pues ¡qué oso!
Regresando a sus resultados, le cuento que, solo en el último tramo de su gobierno la pobreza en Hidalgo aumentó un 17% y el número de personas sin acceso a la salud aumentó en un 47%. Eso sí, como le decía, el exgober nunca dejó de respaldar al INSABI.
Fayad hizo mutis para exigir al Gobierno Federal apoyos para los damnificados tras las trágicas inundaciones de Tula en 2021 que afectaron a más de 14 municipios del estado.
Además, el legado de Fayad está marcado por la falta de transparencia. Entre 2016 y 2022 la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo detectó más de 285 mdp sin justificar. Todo esto, sumado a la llamada Estafa Siniestra, en la que se acusa a 10 alcaldes y al gobierno del improvisado embajador de montar una red de corrupción para desviar 520 md.
Con esas cifras es imposible que este personaje NO fuera parte de la 4T ¿o no? Pocos personajes tan leales, por no decir serviles y entregados como el nuevo Embajador Fayad.
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