REGRESO Y RELEVO
Aunque para muchos fue una mala función la que dio Marcelo Ebrard esta semana –al anunciar su permanencia en la carpa Morena–, para los que conocen más allá de lo que se ve desde las gradas, en realidad se trató de un movimiento estratégico de poco ruido. La clave de todo esto, indican, es que el otrora estrella del Domador de Palacio dijo claramente que tuvo un acuerdo con Claudia Sheinbaum, pero no reveló en qué consiste tal acuerdo por el que decidió mantenerse en el Circo de las 4 Tandas. Lo que se sabe en los pasillos de camerinos y ya se tiene noticia en la oficina de la dirigencia que encabeza Mario Delgado es que el ex aspirante se perfila para hacer el truco de la caja de sorpresas y adueñarse del reflector de la dirigencia nacional. Entre los saltimbanquis del elenco color guinda se da por buena la versión porque es de sobra conocido que desde hace mucho Ebrard le tiene reservados varios desaires que le ha proferido su antiguo colaborador Mario Delgado. Favor de esperar a la tercera llamada, dicen en el sonido local de la carpa Morena.