MAROMETISTA
Con el ojo cuadrado dejó a más de uno el Mago de la Toga, Arturo Zaldívar, al anunciar que renunciaba al máximo tribunal del país para después dar a conocer que se sumaba a las lides partidistas y acompañar a Claudia Sheinbaum. No sorprendió su cercanía con el Circo de las 4 Tandas, sino las formas para hacer un salto con triple grado de dificultad: primero, el ministro hizo pública su renuncia en redes sociales; segundo, su carta la mandó al Domador de Palacio y no a la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña –aquí cabe recordar que cuando él se desempeñaba como ministro presidente de la Corte recibió la renuncia de Eduardo Medina Mora–; tercero, no ha expuesto la “causa grave” por la que presenta su renuncia. La clave para entender por qué se animó a dar esa marometa se encuentra en el manual del buen marometista: todo salto se puede ejecutar si se tiene una red de protección y hoy se sabe que Zaldívar se animó a ejecutar esa marometa con triple grado de dificultad porque tenía una red de protección: formar parte de un equipo político.