MUTACIÓN
A más de uno dejó con el ojo cuadrado la transformación de la antes combativa Luisa María Alcalde en fría e inmutable integrante de gabinete presidencial; muchos recordaron que hace algunos años, como diputada (de 2012 a 2015), la ahora titular de la Carpa de Gobernación exigía respuestas y cuestionaba duramente a funcionarios del equipo de Enrique Peña Nieto. Lejos de eso, ante el pleno de la Carpa Legislativa, ahora ejecutó el papel de “Funcionaria de Primer Nivel” y, casi sin pestañear, justificó la violencia en el país, las violaciones a derechos humanos; rechazó acusaciones de negligencia y corrupción y hasta descalificó los señalamientos de falta de atención a las mujeres. Dura comparecencia tuvo Luisa Alcalde, quien presumió cifras alegres, cifras oficiales, algo que en su momento también criticó, y ya enfundada en su nuevo personaje pintó un país de “resultados alentadores”. Al final, a los saltimbanquis de la oposición no les quedó de otra que preguntarle por el mundo de fantasía que montó en su discurso y le preguntó si se trataba de un lugar llamado “Pejelandia”.