Las cuentas le fallaron a Morena, se la jugaron con un candidato que ya había sido derrotado hace seis años, pero más aún, en ese entonces ni siquiera había tenido posibilidades de triunfo, a diferencia de Delfina Gómez en el Estado de México, donde en 2017 estuvo cerca de llegar a la gubernatura. Las encuestas muestran que Guadiana, aunque va en segundo lugar en la elección, está muy lejos del candidato puntero Manolo Jiménez.
Mucho se ha dicho que las elecciones de 2023 están pactadas en lo político; Morena y sus aliados, que sí fueron juntos en el Estado de México, ganarían la gubernatura de esa entidad, mientras que Va por México, encabezado por el PRI, retendría Coahuila. Parte de la estrategia era que en Coahuila no hubiera coalición o candidatura común en torno al candidato de Morena, sin embargo, parece que las cosas se salieron de control, pues una cosa es no ganar y otra es perder por una enorme ventaja, y de paso evidenciar los puntos vulnerables de Morena y sus aliados de cara a 2024.
Esta parece ser la explicación para lo que hemos visto en los últimos días, pues a pesar de que Morena ha buscado impulsar la candidatura de Guadiana no ha tenido éxito, ni siquiera con la visita de quienes aspiran a la presidencia. Por eso están quemando los últimos cartuchos, retomar aunque sea políticamente la alianza con sus incondicionales.
En los últimos días desde las dirigencias nacionales de Morena, PT y el partido Verde han cerrado filas en torno a Armando Guadiana, abandonando a los candidatos Ricardo Mejía Berdeja y Lenin Pérez. El objetivo parece ser que es evitar una derrota escandalosa, rescatar algunos votos en el último momento y lanzarle un salvavidas a lo que ha sido una mala campaña y un peor candidato.
Se sabe que en lo jurídico declinar no tiene ningún efecto a estas alturas, aunque se hagan llamados por parte de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista para votar por el candidato Morena, solo quedan unas horas de campaña y después tendrá que venir el silencio electoral, la veda.
A estas alturas lo que se puede rescatar es el mensaje político, el llamado al voto en favor de una candidatura, pero nada más, las boletas ya están impresas y en camino a las presidencias de casilla, los votos que se emitan a favor del Verde o el PT serán contabilizados para dichos partidos y los candidatos postulados originalmente, Pérez y Mejía, respectivamente.