Su extensa experiencia política lo colocó como un integrante incómodo del morenismo y del mismo presidente López Obrador.
Los desencuentros con el Ejecutivo rayaron en una cercana expulsión del mismo partido que fundó junto a los más radicales y fanáticos seguidores del tabasqueño.
Monreal es un animal político. Desde su salida del PRI ha logrado hacerse de un capital electoral sumamente importante. Su dominante liderazgo en su natal Zacatecas y en la Ciudad de México trasciende los espectros políticos de la izquierda. Sus tentáculos llegan al priismo, perredismo, panismo y a Movimiento Ciudadano.
Estamos hablando de un personaje que ha sido “presidenciable” desde que comenzó a coordinar la bancada de su partido.
La estrategia del zacatecano rumbo al primer lugar de las llamadas “corcholatas” rumbo al 2024 ha sido evidentemente fallida. Lo dicen todas las encuestas que lo colocan fuera de cualquier posibilidad de lograr la candidatura a la presidencia de la República por la vía que la dirigencia de su partido persigue: el sondeo mismo. Incluso ha sido desbancado por el diputado Gerardo Fernández Noroña.
Monreal ha perdido súbitamente su capitanía con sus homólogos senadores.
La gota que derramó el vaso fue durante el escándalo que se suscitó por la votación en contra del nuevo integrante del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Monreal Ávila mostró una figura disminuida y derrotista al declarar “yo sí aceptó que mi liderazgo está socavado, quizá sea la parte más difícil en los cinco años que tengo de líder”.
Contrastante
Su idea de personaje ha sido cambiante. La mano dura que quiso mostrar al inicio de su encargo dista mucho del Monreal que se presentó el pasado 1 de mayo, cuando platicó a solas con el presidente.
Algo sucedió. Un cambio radical de discurso y actitud se registró en su persona, para incluso manifestar su jurada fidelidad al mandatario. “Prefiero no ser nada -su candidatura a la presidencia- antes que traicionar al presidente”. ¿Qué pasó con ese insurrecto y renegado perfil que buscaba ser una opción en contra del “dedazo” presidencial?