
NUEVA ESTRELLA
En la carpa guinda y en el amarre de lonas que forman las franquicias azul, roja y amarilla se enredaron con la designación de Norma Lucía Piña como la mera mera nueva estrella de las pistas de los expertos en temas legales. Desde Morena, lo mismo se presumió la llegada de la primera mujer a ese puesto como un acto producto de la cuarta transformación, pero también se atacó a la mencionada Piña como parte protectora de los intereses del viejo régimen; fue hasta un día después que el Domador de Palacio les dictó línea desde la función mañanera que se articuló un discurso sincronizado por el lado de criticar el sentido de los votos de la ministra. En el ala opositora, se festejó como un triunfo electoral e incluso cayeron en el exceso de considerarlo y considerarla a ella como un elemento que frenará las decisiones del Domador, con lo que le facilitaron el argumento a los porristas de la carpa guinda. Fuera de las equivocaciones interpretativas de esos polos, es un hecho que los ministros de la Corte hilaron muy fino para no caer en ninguno de los dos extremos que se perfilaban con dos aspirantes: Yasmín Esquivel Mossa y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ahora, dicen los que saben de estrategias de comunicación, el reto para el Domador y su elenco es encontrar la manera de atacar a la Corte para las próximas decisiones que se avecinan sin patinar en discursos que puedan caer en violencia de género contra la flamante nueva estrella del sistema judicial.
