LA BANCADA CORTADA
La lección del refranero de “Cuando el río suena, es que agua lleva” ilustra esta semana lo sucedido al interior de la Carpa Guinda en el tema de la reforma electoral. Y es que la reforma que mandó el Domador de Palacio a sus saltimbanquis del Legislativo está poniendo a dar vueltas extra al coordinador Ignacio Mier debido a que la misma está generando incomodidad entre los incondicionales del Circo morenista, en particular en un punto concreto: la reducción de legisladores, al pasar de 500 a 300. El temor –lógico hasta cierto punto– de los integrantes del elenco de la pista legislativa es que en 2024 habrá menos espacios para repartir y mayor control para ese reparto a cargo de las dirigencias partidistas. Como quien dice no están dispuestos a quedarse sin camerinos tan fácilmente. Para nadie es un secreto que Morena es un movimiento de múltiples corrientes y grupos por más que los presentadores parlamentarios presuman lealtad a rajatabla, así que primero tendrán que convencer a los de la propia carpa de que juntos trabajen en el Truco de unir las cajas. Como ejemplo y recomendación, en los pasillos de las carpas se pide poner atención urgente a los más de 50 chalecos guindas que expresaron su apoyo a Ricardo Monreal en la disputa que sostiene con la Domadora Layda Sansores, pero, también aseguran, no son sólo esos.