La joya de la corona será el Estado de México, el bastión priista que, de perderse, podría destruir al que fuera el partido más grande de la historia en México y que hoy solo parece vivir de recuerdos, con una dirigencia fallida que lo tiene como el peor posicionado de los “partidos grandes”.
El Estado de México será la guerra de todas las batallas. Si bien Morena gobierna a la mayoría de los mexicanos, estados como Nuevo León y Jalisco están en manos de la oposición. El Estado de México puede inclinar la balanza a un triunfo de los morenistas con miras al 2024, pues es el estado con más votantes en el padrón electoral el próximo año.
No es casualidad que el presidente López Obrador anunciara, en la pasada rueda de prensa del 2 de agosto, que hay carpetas de investigación por parte de la Fiscalía General de la República contra el expresidente Enrique Peña Nieto -cuando ese tema parecía haber quedado en el pasado-.
Ha sido una declaración de guerra contra el “grupo Atlacomulco”, un conglomerado de empresarios y políticos de gran peso que ha mantenido la fortaleza de triunfos en todo el Estado de México y que hoy comanda el gobernador Alfredo del Mazo, quien ha sido duramente criticado por ser “demasiado dócil” ante el poder de AMLO.
Actualmente, las encuestas señalan que Morena está por encima de la alianza “Va x México”, pero no están lejanos unos de otros. Mientras que Morena acumula el 38% de las preferencias, la alianza le pisa los talones con el 34% o 35%. Por eso las maquinarias de todos los partidos estarán poniendo toda la carne al asador en la zona electoral más importante del país, junto a la Ciudad de México.
Todo parece indicar que el Estado de México tendría por primera vez una mujer al frente del gobierno.
De las llamadas “corcholatas”, o precandidatos por parte del ‘morenismo’, sobresale la maestra Delfina Gómez Álvarez, la aspirante a candidata con mayor porcentaje de opinión favorable al contar con 37% de opiniones positivas y sólo 32% de ellas son de malas a muy malas.
La priista Ana Lilia Herrera cuenta con 32% de opiniones positivas y 24% de malas a muy malas. Esto predispone una batalla entre féminas con amplias posibilidades de llegar a la silla gubernamental. Lo que hace todavía más interesante la contienda.