Ahí están, por ejemplo, los cambios en los homicidios. Entre 1992 y 2004 la tasa nacional de homicidios por cada 100 mil habitantes se redujo a menos de la mitad, 20 a 9. Luego, de 2007 a 2011 se triplicó, de 8 a 24. De ahí en adelante comenzó a bajar hasta llegar a los 17 en 2014. A partir del 2015, volvió a subir, en 2018, a 29. Y desde entonces hasta ahora, se ha mantenido más o menos en ese nivel.
O ahí están, asimismo, los cambios en las políticas de combate al crimen del 2006 en adelante. Primero los operativos conjuntos y la estrategia de descabezar a las organizaciones, ya fuera abatiendo o aprehendiendo a sus cabecillas. Luego la depuración, el fortalecimiento y la profesionalización de las policías estatales y municipales, así como el trabajo comunitario con poblaciones y a nivel local. Posteriormente los operativos para desmantelar la capacidad logística de las organizaciones, o la reconcentración de la política de seguridad en la Secretaría de Gobernación. Recientemente la creación de la Guardia Nacional, la entrega de la seguridad pública al Ejército y las reuniones matutinas del gabinete de seguridad.
O ahí están, además, los cambios en la geografía y la intensidad regional de la violencia. En 2010, por ejemplo, los estados con las tasas de homicidios más fueron Chihuahua (185), Sinaloa (86), Durango (67) y Baja California (48). En 2015, fueron Guerrero (68), Chihuahua (43), Sinaloa (36) y Colima (31). Y para 2020, fueron Colima (95), Chihuahua (92), Guanajuato (87) y Zacatecas (76).
Otro cambio muy importante tiene que ver con las escisiones y el número de las organizaciones criminales. Tradicionalmente, la disputa se concentraba entre el Cártel de Guadalajara y el del Golfo. Después, durante las décadas de 1980 y 1990 surgen el Cártel de Tijuana, el de Sinaloa y el de Juárez. Durante la primera década del siglo XXI, aparecen el Cártel de los Beltrán Leyva, los Zetas y la Familia Michoacana. Finalmente, durante la década de 2010, emergen el Cartel Jalisco Nueva Generación y los Caballeros Templarios.