Ávila, párroco de Creel, exclamó: “Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”, lo que suscitó aplausos y muestras de apoyo. El padre tuvo que tomar unos segundos para recomponerse pues lo invadió la emoción.
Sus palabras conmocionaron a los feligreses que se congregaron para despedir a los padres "El Gallo" y "Morita" quienes contaban con gran reconocimiento en las comunidades de la sierra Tarahumara por su alto sentido de servicio.
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"Para ambos sacerdotes se acabó el combate. Nosotros seguimos adelante", expuso el padre Ávila, al comentar que las muertes de los sacerdotes dio a conocer al país y al mundo entero la situación que vive la Tarahumara.
El padre quien como "El Gallo" y "Morita" tiene también bastante reconocimiento en la región, expresó que la muerte para quienes no creen en Jesús es tragedia y para los jesuitas es dolor, pero también es un enorme gozo por saber que "dieron seguimiento a Jesús de Nazareth".
"La aceptación de estos hechos no es resignación, es la serenidad de la vida que nos abarca todos los días. Se fueron sin pedir permiso y con su morral lleno de historias y de amores", añadió al recordar que en el país hay miles de muertos y desaparecidos que mantienen vivo el dolor y la tristeza en miles de familias.
En tal sentido, agradeció la presencia de un grupo de familias que buscan a sus hijos presentes en la misa.
"Los sistemas le apuestan al olvido, nosotros le apostamos a la memoria", anotó al lamentar la "vergonzosa impunidad que arropa todo el país. ¡Los jesuitas no abandonaremos la misión y menos el servicio a la gente!", exclamó.
#En Fotos l La comunidad rarámuri le da el último adiós a sacerdotes jesuitas

Sacerdotes cubren con telas blancas los ataúdes de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.

Una mujer despide con su llanto al sacerdote Javier Campos.

El padre Javier "El Pato" Ávila se quebrantó al emitir su mensaje en el la misa de despedida de los sacerdotes jesuitas asesinados en Cerocahui, Chihuahua.

Los abrazos en la comunidad precedieron la misa en honor a los padres jesuitas asesinados.

Feligreses cargan una foto del cura Javier Campos.

Antes de la misa en honor a los padres Javier Campos y Joaquín Mora.
Y al lamentar que el país esté "invadido por la violencia y la impunidad", hizo eco de las palabras del Papa Francisco que tras la muerte de ambos sacerdotes resaltó: “¡Cuántos asesinatos en México!”.
“Nuestro tono es pacífico, pero alto y claro: invitando a que las acciones de gobierno finalmente acaben con la impunidad imperante en nuestra sociedad. Son miles, miles de dolientes sin voz que claman justicia en nuestra nación. Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”, expresó el prelado.