A pesar de los buenos resultados, el presidente se mostró casi sin emoción. Incluso hasta reflexivo, sobre la derrota de sus eternos adversarios. En los pocos minutos –en comparación a otras mañaneras- que ofreció para hablar de la jornada electoral, dijo: “El pueblo es mucha pieza, lo que siempre he dicho, y se niegan a aceptar nuestros adversarios; yo ya no debería de estarles dando consejos o tendría yo que poner un letrero que toda consulta causa honorarios, pero deben hacer una revisión de su estrategia (...) les afecta mucho, se los digo de manera sincera, su clasismo y racismo".
AMLO sabe perfectamente que tiene el control de “sus votantes”. Incluso, lo sorpresivo de los mismos es que en su gran mayoría han sido beneficiados por algún apoyo gubernamental. En promedio, más del 50% de los mexicanos mayores de 30 años votaron por Morena; sin embargo, en Estados como Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca, fueron casi el 70%.
Este viento fresco para el presidente lo ha hecho ir más allá del país.
El liderazgo que ostenta López Obrador en Latinoamérica lo ha hecho tomar una decisión sumamente fuerte: no asistir a la Cumbre de las Américas, a realizarse en Los Ángeles, California. Esto, por no haber invitado al evento las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Morena gana 4 de 6 estados y gobernará a más de la mitad de los mexicanos
La relación de López Obrador con Estado Unidos ha sido tan extraña que incluso gente de su círculo cerrado ha tenido que salir a defenderlo contradiciendo su relación con Donald Trump; el partido republicano; la visita a Washington en plenas elecciones presidenciales; el ataque de algunos miembros de la Guardia Nacional a migrantes; la omisión de felicitar el triunfo de Joe Biden; para luego restablecer relaciones y, ahora, desechar su invitación.
“¿Cumbre a Américas, para qué?” se pregunta el habitante de Palacio Nacional. Arremete contra una especie de “orden mundial”, una corriente facciosa, que ha sido utilizada como teoría de conspiración. “¿Quién autoriza a una nación excluir a otra? ¿Hay gobierno mundial?”, se pregunta el tabasqueño. Sabiendo que en lo personal ha ganado otra batalla para el nuevo grupo de presidentes izquierdistas, a los que se les quiere unir próximamente Brasil, Colombia y otros.