Ese quizá es el problema que más le afecta, pues siendo candidato posicionó su campaña como una posible solución a la pandemia que no solo se ha mantenido, sino que sigue agravando a la economía y las finanzas de todos los norteamericanos.
Entre más sigue atacando el COVID, el gobierno de Biden va perdiendo popularidad, pues el ánimo de desconcierto y frustración están ocasionando que el demócrata caiga estrepitosamente mes a mes en las encuestas.
Aunque para algunos, los temas de la situación en Estados Unidos no debería preocuparnos a los mexicanos, la relación comercial es preponderante para cohabitar entre naciones, pues somos el socio comercial más importante, del país más poderoso del mundo libre y esto nos afecta directamente.
La relación de Joe Biden y López Obrador a la fecha es mucho más cordial y fructífera de lo que se esperaba.
Casi ocho millones de vacunas fueron donadas por el gobierno norteamericano a nuestro país. En noviembre del 2021, se firmó un acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá, en el que se comprometieron a atender las causas de origen de la migración, invirtiendo millones de dólares en los países latinoamericanos, priorizando el mexicano, donde el programa “Quédate en México” pretende que las personas que solicitan asilo norteamericano esperen la resolución de sus casos en territorio azteca.
Uno de los acuerdos más notorios, quizá, es la aceptación por parte del gobierno de Biden de investigar a 11 empresas estadounidenses debido al flujo de armas ilegales en México, esto denunciado por el canciller Marcelo Ebrard, quien asegura que las armas que se cruzan de manera ilegal por la frontera llegan a manos del crimen organizado.
Ante esta perspectiva de “logros”, como los llama el presidente López Obrador, incluso llegó a declarar: “Ahora puedo decir que es maravilloso para México estar cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”.