En lo personal, como sobreviviente de un cuadro de neumonía viral a causa del virus en mi cuerpo y una secuela de la misma, que consistió en una polineuropatía periférica, escuchar la voz de los expertos sobre la nueva cepa es muy poco alentador.
Para el infectólogo y excomisionado contra la influenza en el país, el Dr. Alejandro Macías, el panorama es devastador, pues el avance del virus no tiene manera de ser detenido. El experto señaló en su cuenta de twitter: "Nunca una enfermedad infecciosa se había transmitido con la velocidad que lo hace la variante Ómicron. A este paso en México, la mitad de la población se infectará en las siguientes semanas".
Para el doctor Macías el aceleramiento de dicha variante nos amenaza latentemente para todo el primer tercio del año.
Por obvias razones, uno de los casos más resonantes ha sido la segunda infección que sufrió el presidente López Obrador, cuando él pensaba que “se trataba de una gripe”. De nuevo, las voces de los distintos bandos comenzaron a levantarse para apoyar y para criticar que el titular del Ejecutivo se hubiera enfermado, por segunda ocasión.
Reconciliación
En una polarización política como la que vivimos todos los días en nuestro país, los bandos contrarios van alejándose más y más son posturas radicales. Los mensajes que se lanzan a través de redes sociales, pueden llegar a caer en el discurso del odio y la degradación.
Sin embargo, a pesar de vivir una temporada tan complicada y violenta, la experiencia que hemos tenido que vivir durante los dos pasados años también permite la reflexión de aquellos que ya dejaron de ver la pandemia como un asunto político y han llegado a comprenderla como un enemigo público y general. Que solo nos ha dejado tristeza, duelo y problemas mentales, en cada pueblo o ciudad, de cada país, en todo el mundo.
El que López Obrador se enfermara de nuevo pudo ser una oportunidad perfecta en la oposición, para buscar atormentar y cortar la cabeza del gobierno obradorista con críticas extremistas. Y aunque si existieron pocas posturas como ésta –la de Ricardo Anaya, por ejemplo–, la mayoría de los personajes políticos más representativos en contra de AMLO dedicaron palabras de aliento y buenos deseos al presidente.
Ómicron abre una pequeña puerta al entendimiento, la reconciliación y unidad. Porque todos estamos expuestos a retos que nunca habíamos esperado, pero que como sobrevivientes, ya no nos da risa el infortunio de los demás, incluso del peor adversario que podamos tener.