Para nadie sería extraño que María Elena Álvarez-Buylla, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, le cambiara el nombre a Consejo Nacional de Obediencia y Tropelías, pues en las últimas semanas ha estado en el ojo del huracán de la 4T y no sabe ni dónde meterse. Tanto, que en Palacio Nacional ya ven con preocupación su incapacidad para procesar los conflictos, y observan que, por el contrario, los aumenta. Esto, por el problemón que tiene en el CIDE.
Doña María Elena se empezó a meter en problemas cuando decidió imponer a José Antonio Romero Tellaeche, que no es más que un caballo de Troya de Lorenzo Meyer en dicha institución, y que por algo no ha dicho ni pío del tema, y eso que usted sabe que es de lengua larga y todólogo favorito de la 4T. Meyer es muuuy cercano al inquilino de Palacio, tanto que ya había logrado que su hijo fuera secretario de Estado en la Sedatu, sin ninguna experiencia burocrática o administrativa.