Y es que cómo no atornillarse a la curul cuando desde mismo Palacio Nacional ya avisó el presidente Andrés Manuel López Obrador que presentará una denuncia penal en contra del exgobernador priista de Coahuila por presuntamente haber recibido más de 30 millones de pesos por concepto de “pago de viáticos” del empresario Alonso Ancira Elizondo, dueño de la compañía Altos Hornos de México (AHMSA).
Y la cosa se pone más de color hormiga porque esto se suma a oootra orden presidencial directa, la de de ser investigado por la FGR, por malos manejos de por lo menos 400 millones del Fondo de Fortalecimiento Financiero (Fortafin), organismo que desde 2016 sustituyó al Programa de Contingencias Económicas, para apoyar a los gobiernos estatales y municipales. Ahora, la investigación está a cargo de la Fiscalía Especial Anticorrupción.
Rubén Moreira había nadado de muertito en la legislatura pasada eso sí, haciendo acuerdos en lo oscurito con Morena. Así pues, no está de más recordar que en la votación por la Guardia Nacional militar sufragó igual que Morena; sí, a favor; al igual que en la revocación de mandato, prisión preventiva y la del padrón de datos biométricos. Súmele, además, que en votación de la reforma educativa en la que Mario Delgado afirmó que no le dejaron ni una coma de la aprobada en el pasado sexenio, él simple y llanamente se ausentó del pleno; de igual manera cuando se votó el presupuesto, dándole la espalda a su bancada, presidida por René Juárez. O cuando, junto con Dulce María Sauri, le dieron los votos en la Comisión Permanente para que hubiera Periodo Extraordinario, y así aprobar la Ley de Adquisiciones, que permite comprar medicamentos en el extranjero. A ella le dieron la Mesa Directiva; a él, en una de esas le toca de premio su inocencia.
Mala hierba, nunca muere: el clan Moreira
La relación entre Ancira y los Moreira es añeja, y este caso de los 36 millones de pesos por viáticos son chicles frente a las desviaciones de los gobiernos de Humberto y Rubén Moreira.
Que no se nos pase que las y los coahuilenses le deben mucho a los Moreira, para empezar, la descomunal deuda que dejó Humberto alrededor de 40 mil millones de pesos. Después, llegó el hermano para cubrir con su manto de impunidad a su hermano por el sinfín de empresas fantasmas que operaban.
Bueno, ¡y es que son cuatro! Para desgracia de los coahuilenses, a Carlos Moreira se acusa del desfalco del SNTE en la sección 38, por mil 300 millones de pesos, cuando fue Secretario de Educación.
¡Y para rematar! Álvaro Moreira, es actual diputado local del PRI en Coahuila, a quien seguramente pronto le descubriremos malas mañas.