No cabe duda de que cuando se piensa que las cosas no pueden estar peor, Morena y sus gobiernos estatales demuestran, contra toda lógica que sí, que siempre se puede estar peor. Y, lo que es más, que podemos tener gobernadores, con poca capacidad, y sin un ápice de sensibilidad con la realidad de sus Estados.
Aquí podemos incluir a varios de los gobernadores oficialistas (por ejemplo Cuitláhuac García, en Veracruz, o Miguel Barbosa, en Puebla), pero uno que destaca es Jaime Bonilla en Baja California. Bonilla está lejos de ser un ejemplo en el manejo de la pandemia y ni se diga de la seguridad, peeeero eso sí, al góber le da tiempo de irse a tomar una cerveza en su palco privado en el estadio de los Padres de San Diego; y, además, salir a decir que lo seguirá haciendo cuando no tenga trabajo “porque no tiene nada de malo”.