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#BuróParlamentario | AMLO y el Congreso: recuento del primer trienio

Del promedio de 80 iniciativas que han enviado los últimos tres expresidentes en su primer trienio de gobierno, AMLO sólo ha mandado 36, de las cuales le han aprobado 32.
mié 01 diciembre 2021 06:00 AM
65th Mexico Presidential Inauguration
El presidente López Obrador es el que menos iniciativas ha enviado en el primer trienio desde el año 2000.

Si bien es cierto que el Poder Legislativo no es el único de los poderes con el cual el presidente guarda relación, el tipo de interacción que ambos tienen es fundamental para definir qué tan tersa o ríspida es la implementación de algunos programas, reformas e, incluso, nombramientos que resultan relevantes para un gobierno. Para hacer un análisis de la relación Ejecutivo-Legislativo, justamente a la mitad del actual sexenio, es pertinente volver a lo ocurrido en anteriores administraciones.

Por ejemplo, durante sus primeros tres años del gobierno de Vicente Fox (2000-2003), este presentó un total de 86 iniciativas de reforma ante las dos cámaras. De estas, fueron aprobadas 71 (83%). Comparado con el resto de los periodos que le seguirían, esta fue la etapa en la que un presidente ha presentado la mayor cantidad de reformas. Para su segundo trienio (2003-2006), Fox redujo su actividad a 76 iniciativas con proyecto de decreto, logrando la aprobación de 49 (64%). Este último porcentaje de aprobación ha sido el más bajo registrado hasta ahora para un presidente desde el año 2000.

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Por su parte, en sus primeros tres años de gobierno, el otro presidente panista, Felipe Calderón (2006-2009) inició un total de 71 reformas. De estas, el Congreso de la Unión aprobó 55 (77%). Para la segunda mitad del calderonismo (2009-2012), el Ejecutivo presentó 55 iniciativas, aprobándosele 36 (65%). Enrique Peña, durante su primer trienio, (2012-2015) se acercó a la productividad legislativa inicial de Vicente Fox: promovió un total de 81 reformas en su primer trienio, con una aprobación del 78% de sus proyectos. Para la segunda mitad de su mandato (2015-2018), Peña promovió 53 iniciativas, teniendo una aprobación en el congreso de cerca del 72%.

Con los anteriores datos como contexto, se pueden obtener algunas conclusiones preliminares de la relación Ejecutivo-Legislativo en los últimos años. Esto, particularmente, en términos del procesamiento de la legislación nacional. La primera es que, para su segundo trienio de gobierno, suelen reducir la cantidad de proyectos de reforma promovidos. Mientras el promedio de iniciativas provenientes del Ejecutivo para la primera mitad de su gestión es de 79, para la segunda mitad de su mandato los presidentes anteriores promedian 61 reformas. Asimismo, se puede notar una reducción en el porcentaje de aprobación de iniciativas para el segundo tramo de sus mandatos, con una diferencia de 12 puntos porcentuales a la baja.

El comportamiento anteriormente descrito se explica por diversas causas. La primera, es que, en un contexto donde el Ejecutivo carece de mayorías, tener un bono de legitimidad proveniente del apoyo electoral provee presidentes un elemento extra al momento de negociar con la oposición aquellos proyectos que formaron parte de sus promesas de campaña. De igual modo, al inicio de un mandato, la relación del partido o bloque oficialista con otros partidos aún no está desgastada, lo que permite a los presidentes implementar reformas a cambio de promesas futuras.

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Sin embargo, los datos del primer trienio de AMLO (2018-2021), a pesar de contar con un respaldo legislativo mayoritario, resaltan con respecto de las tendencias observadas. Hasta el 30 de agosto de 2021 (fin de la 64 Legislatura), López Obrador había presentado a las cámaras un total de 36 iniciativas de reforma, de las cuales le han aprobado 31 (86%). Los únicos cuatro proyectos que el congreso no le ha aprobado al presidente, los cuales aún podrían ser avalados, se relacionan con temas de reorganización del gasto en la APF, remuneraciones de funcionarios que trabajan en organismos autónomos y el régimen de inversión de fondos para el retiro. Nótese que, a diferencia del promedio de casi 80 proyectos de presidentes anteriores, el Ejecutivo actual no llega siquiera a las 40 iniciativas. Del mismo modo, su porcentaje de aprobación en el congreso es el mayor que se ha registrado desde el 2000.

La presidencia de AMLO es, en efecto, atípica con respecto del proceso que se observaba en gobiernos anteriores. Se trata del presidente con mayor nivel de votación desde 1994, lo que le dio a su vez una mayoría absoluta en ambas cámaras, situación que tampoco ocurría desde aquel año. Un primer aspecto a destacar de esto, es que, a pesar de su legitimidad electoral, AMLO no ha sido más activo presentador de iniciativas que otros presidentes. Esto bien puede deberse a que la modificación de las instituciones por la vía formal no está en la agenda del Ejecutivo. O, bien, obedecer a que los grandes cambios que desea hacer son complicados dado que su naturaleza constitucional le demanda una mayoría de 2/3 partes del congreso, la cual no tiene.

El control de la agenda en el Congreso de la Unión por parte del presidente es evidente. En cuestiones de iniciativas de ley, lo poco que ha presentado ha sido aprobado. Además, normalmente, esta aprobación se da sin modificaciones de por medio. En términos del debate en tribuna, lo habitual ha sido ver posicionamientos en torno al presidente, más allá del producto que se discuta. La relación Ejecutivo-Legislativo ha sido intensa, pero, hasta el momento, a pesar de resistencias y críticas, el presidente ha logrado imponer su agenda de gobierno. Está por verse lo que sucederá durante la segunda mitad del mandado de López Obrador, particularmente el rol que tendrá la elección presidencial de 2024 en la unidad partidista de los legisladores que, hasta el momento, se han mostrado afines a su proyecto.

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Nota: Sergio A. Barcena es doctor en Ciencia Política por la UNAM. Especialista en Poder Legislativo. Investigador del Tec de Monterrey y director de la asociación Buro Parlamentario.

Buró Parlamentario es una asociación civil que busca vigilar al Poder Legislativo promoviendo una ciudadanía informada, activa y participativa.

Twitter: @BuroParlamento

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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