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#ColumnaInvitada | Los retos de la 65 Legislatura en seguridad

Hay tres asuntos clave los legisladores: un nuevo modelo policial y de justicia cívica, crear una nueva policía de investigación y pasar a la Guardia Nacional bajo la responsabilidad de la Sedena.
mar 31 agosto 2021 11:59 PM
Guardia Nacional
Los legisladores también tienen una importante responsabilidad en materia de seguridad.

Inicia el periodo de la 65 Legislatura, en la que el partido oficialista Morena no tendrá la mayoría absoluta por sí solo, por lo que buscará conformar un gran bloque legislativo para tener la maquinaria necesaria para procesar y aprobar todas las reformas e iniciativas de ley que le envíe el presidente Andrés Manuel López Obrador, asimismo, la nueva Legislatura tendrá una auténtica paridad de género con 250 hombres y 250 mujeres, consolidándose un añejo reclamo y la imperiosa necesidad de la igualdad del hombre y la mujer ante la ley.

Así, ciudadanos, empresarios, académicos, organizaciones sociales y, en general, todos los mexicanos tienen una gran expectativa sobre los nuevos diputados y diputadas; esperan que el trabajo legislativo se encuentre a la altura de las necesidades que reclama el país en temas como salud, economía, empleo y por supuesto en seguridad.

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Si bien la agenda legislativa relacionada con la seguridad pública y su conexión con la seguridad nacional es muy amplia, considero tres aspectos fundamentales que los y las legisladores federales deben de tomar en cuenta si desean incidir en la reducción de la incidencia delictiva y en la percepción de inseguridad de la población, siendo estos: impulsar el nuevo modelo de policía y justicia cívica, desaparecer a la Policía Federal Ministerial y crear un nuevo cuerpo policial de investigación y, por último, incorporación de la Guardia Nacional a la Sedena.

El primer factor: “Impulsar el nuevo modelo de policía y justicia cívica”; ya que a casi tres años de su lanzamiento oficial este ha sido un total fracaso, no ha cambiado nada en las policías locales, no se crearon nuevos cuerpos, no se capacitaron, no se les dotó de mayores recursos, más bien se ha apostado a su desmantelamiento y paulatina desaparición, ¿por qué? Porque la Federación no cree en el modelo de policía civil; el Presidente está convencido de que la única manera de sacar a flote la crisis de seguridad pública del país es utilizando al Ejército y a la Marina, de ahí que le haya dado el matiz militar a la Guardia Nacional, que por definición es un “cuerpo policiaco civil y disciplinado”, pero en la práctica nada más ajeno a la concepción doctrinal.

Se necesitan diversas reformas legales al marco jurídico existente, para darle certeza y viabilidad al proyecto de reforma policial, los diputados –especialmente los integrantes de la Comisión de seguridad pública– pueden hacer suyo el proyecto del nuevo modelo policial y relanzarlo con todas las modificaciones legislativas necesarias, para que se pueda materializar y empecemos a ver cambios de fondo en las corporaciones policiacas del país.

El segundo aspecto crucial es: “Desaparecer a la Policía Federal Ministerial y crear un nuevo cuerpo policial”, esto con técnicas de investigación profesionales y modernas que permitan a los agentes del ministerio público eficientar la labor ministerial y abatir el rezago de miles de carpetas de investigación que están “paradas” en todas las agencias ministeriales del país, en parte porque la “Policía de Investigación” no sabe investigar y tiene una profunda corrupción arraigada desde su creación. Sí, se trata de la misma policía que creó y diseñó Tomás Zerón de Lucio, hoy prófugo de la justicia con la que fue grabado torturando a un detenido por el Caso Ayotzinapa y la que luego dirigió Omar García Harfuch, el actual secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

Esta policía se ha visto inmiscuida en diversos actos de corrupción, pero destacan por su gravedad dos: hace un año agentes de esta corporación entraron a robar a un domicilio particular en Atizapán, Estado de México, en la conocida Zona Esmeralda, para ello se aliaron con policías municipales y amenazaron a la seguridad del fraccionamiento, aduciendo que contaban con una orden de cateo que por supuesto era falsa; en el segundo hecho, hace una semana medios de comunicación dieron a conocer un video, donde agentes federales roban paquetes de posible cocaína en un falso allanamiento. Estos dos casos ilustran la corrupción que siempre ha imperado en la Agencia de Investigación Criminal.

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El último y no menos importante aspecto es la “Reforma constitucional necesaria para pasar la Guardia Nacional a Sedena”. Diversos colectivos y organizaciones defensoras de los derechos humanos han advertido del grave riesgo de concretar esta propuesta por el incremento en la violación a los derechos humanos y la normalización de la militarización en el país, que provocaría mas violencia. Los Legisladores, a partir de un diagnóstico objetivo, deben de determinar qué tipo de policía necesita México y si la solución a la violencia es transferir la Guardia Nacional a Sedena. Si las respuestas al diagnóstico que se elabore son negativas, deben de tener la convicción suficiente para negarse a esta iniciativa, sin importar que provenga del Ejecutivo, o sea de su propio partido.

Es tiempo de definiciones, la única manera que un diputado o diputada trascienda es que su voto este alineado en las necesidades y el interés superior de México. La propuesta tiene muchas aristas y algunos puntos a favor, pero si no se toma la decisión con evidencia que la soporte, el daño que se causará al país será mayor del problema que se trató de resolver. Por tanto, señores legisladores, tomen decisiones con miras de Estado y no en base a caprichos personales.

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Nota del editor: el autor ha laborado en dependencias de la Administración Pública; Secretaría de la Defensa Nacional, Centro de Investigación y Seguridad Nacional y Policía Federal. Es maestro en Ciencias Penales, profesor universitario, especialista en inteligencia y procesos de seguridad. Licenciado en Derecho, expositor y capacitador de diversos destacados diplomados en Juicios Orales, Mercadotecnia Política, entre otros. Actualmente se desempeña en el sector privado, cómo socio consultor en Consultoría “CMC Análisis e Inteligencia Empresarial”, empresa enfocada en la realización de auditorías y diagnósticos en seguridad, capacitación a cuerpos policiacos, diseño de equipos de seguridad patrimonial, investigaciones, entre otras.

Twiter: @RCelayaG

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Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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