Por su currículum, Irma Eréndira era una fuerte carta que presumían en la 4T, quien fuera una de las personas más cercanas al presidente y de su total confianza, ahora estaba siendo exhibida, despedida por el mandatario, en un sencillo video de poco más de once minutos.
La manera que tuvo el presidente de expulsar a Sandoval tiene varias lecturas, no solo contra la hoy decaída exsecretaria. Sino contra el grupo político al que ha pertenecido desde la fundación de Morena, los “radicales”, quienes perdieron la mitad de la ciudad de México y ocasionó que la oposición respirara aire fresco de nueva cuenta.
Pero más allá de las derrotas electorales y rencillas adentro del partido en el poder, Sandoval tenía en su portafolio una larga cola de acusaciones y escándalos que la llevaron a enemistarse con un sinfín de personajes, quizá el más emblemático de ellos Félix Salgado Macedonio, quien justo después de que Eréndira fuese despedida le propinó una indirecta con un tuit que decía: “La sonrisa es el espejo del alma, la única capaz de mover lo inconmovible. Siempre debe haber un motivo para sonreír. Les mando un fuerte abrazo a todas y todos. ¡Hay toro!”
Sandoval se había obstinado en atacar la precandidatura de Salgado a tal grado que, dicen sus críticos, se alió con los adversarios con AMLO a fin de que el exsenador no llegara a la candidatura, cosa que logró, finalmente.
El hermano de Irma Eréndira, Pablo Amílcar, había sido derrotado por Salgado Macedonio en la encuesta de Morena por la gubernatura de Guerrero y eso desató que Sandoval se convirtiera en operadora política más que secretaria del gabinete.