Y si usted, amable elector, creía que todo terminaba aquí, me temo decepcionarlo. Nuestros candidatos son en su mayoría, copiones, carentes de inventiva, conocimientos básicos de las competencias gubernamentales y de la ortografía y la gramática mejor ni hablamos. Pero además de todo esto, la gran especialidad consistió en proponernos cosas abstractas como “impulsar la seguridad en el país” o “garantizar un abasto suficiente de medicinas”. Sin mencionar alguna ley a reformar, presupuesto a reconducir, sino que, por arte de magia, por el simple hecho de estar en el olimpo legislativo lograrían estas hazañas que ni el mismo Superman podría conseguir. Lo preocupante es que casi el 90% de las propuestas fueron de este tipo. Solamente el 6% contenían acciones tangibles (y dentro de las competencias de un diputado federal) para lograr un objetivo.
Lo bueno de todo esto es que a los electores aún nos queda una semana para pensar bien nuestro voto. Después de ver estos datos (que, por cierto, están para llorar), considero que aún estamos a tiempo para consultar lo que nos están proponiendo nuestros candidatos. Eso nos podrá dar una orientación –al menos general– de lo que podemos esperar de cada uno de ellos.
______________________________
Nota: Sergio A. Bárcena es doctor en Ciencia Política por la UNAM. Especialista en Poder Legislativo. Investigador del Tec de Monterrey y director de la asociación Buró Parlamentario.
Buró Parlamentario es una asociación civil que busca vigilar al Poder Legislativo promoviendo una ciudadanía informada, activa y participativa.
Twitter: @BuroParlamento
________________________________
Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.