El SESNSP debe dejar de lado la politiquería y ser una institución confiable

Hace 8 años, el ONC fuimos la primera organización que presentó datos sobre homicidio doloso, homicidio culposo, secuestro, extorsión, robo con violencia y robo de vehículo.

Éramos una organización pequeña, compuesta por tres personas, que iniciábamos a formar otros observatorios a nivel local, con poca visibilidad mediática que tocaba un tema que parecía resuelto: la violencia en el país iba acentuadamente a la baja.

Tras un sexenio donde la violencia ocupó la agenda nacional, donde las noticias de matanzas, desmembramientos y otras atrocidades terminaron con gran parte de la reputación de la administración del expresidente Calderón, el gobierno entrante de Peña buscó pasar a segundo término la comunicación sobre delincuencia y violencia.

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Además, tras cuatro años y medio de violencia sostenida, donde vimos crecer los casos de homicidio doloso de 10.89 por cada 100 mil habitantes en 2006 a 19.37 en 2011, mes a mes, a partir del cuarto trimestre de 2011 se empezaron a registrar descensos en los homicidios, al punto que al finalizar el sexenio de Calderón se llegó a la tasa de 18.33 homicidios doloso por cada 100 mil habitantes y durante los primeros 5 meses de la administración de Peña era evidente que el comportamiento de dicho delito era marcadamente a la baja.

No obstante, mientras homicidios y robos bajaban, secuestros y extorsiones crecían y específicamente ese dato fue el que llevó a que el Reporte de delitos de Alto Impacto, diciembre 2012-abril 2013, ocupase primeras planas nacionales.

El entonces secretario Osorio, cuestionado ante los récords de secuestros y extorsiones negó el dato, nos descalificó como organización, a mí en lo personal me tacharon de incapaz de sumar y restar y emprendieron una gira de medios para presentar una realidad diferente a la que en el ONC presentamos.

El punto clave en la diferencia de lo que encontramos nosotros como organización y los datos que Osorio presentó públicamente era que, tras haber publicado la información oficial, Estado de México e Hidalgo modificaron sus datos reduciendo 20 y 42 secuestros al agregado nacional, lo que llevaba a un aumento marginal del secuestro y la extorsión y no al mayor aumento de estos delitos desde que existían datos públicos.

Dicho sea de paso, con todo y dicha manipulación de datos, 2013 terminó siendo hasta el momento el peor año en materia de secuestro y extorsión en nuestro país.

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Esta diferencia impulsó un acuerdo para consolidar una metodología que garantizase una fecha de publicación de la información y un sistema de transparencia que obligase a señalar a aquellas entidades que modificasen la información de delitos con sus respectiva justificación.

A partir de ese acuerdo, el SESNSP de manera impecable cumplió con entregas y alertas por modificación de datos en todo el sexenio.

Así mismo, aumentó la información sobre características del delitos y de las víctimas, desagregó el número de víctimas del número de carpetas de investigación, permitió conocer la información de otros delitos como el feminicidio, la trata de personas o el narcomenudeo y reconstruyó series históricas para garantizar la validez de los datos.

Es decir, a partir de un mal manejo de la información y de un intento de manipular la opinión pública por parte del ejecutivo federal, los mexicanos obtuvimos una institución más sólida, transparente y un método de publicar los datos de incidencia delictiva capaz de dar confianza a los ciudadanos.

Ese avance hoy se encuentra en entredicho, a los 3 incumplimientos del SESNSP debemos agregar la falta de transparencia en casos como el de la Fiscalía General de Justicia de Veracruz, que eliminó de su estadística oficial 49 casos de feminicidio –pese a las reiteradas solicitudes de transparencia hechos tanto a la Fiscalía como al SESNSP y a los mecanismos de control instaurados en la administración pasada– o, aún más grave, que el SESNSP permita que el presidente López salga a mentir en su conferencia mañanera acerca de la tipificación y recopilación estadística del feminicidio.

Avanzar es difícil, construir instituciones en nuestro país es tarea titánica, destruir y debilitar por lo contrario está resultando muy fácil y muy rápido.

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Es lamentable el retroceso en la confiabilidad e integridad del SESNSP que permite poner en entredicho la información que publican, una información que ha sido clave para demandar mejores políticas públicas, para permitir un cambio de régimen y que es la base para medir resultados, comparar internacionalmente a nuestro país e, incluso, definir el gasto en seguridad.

Desde el ONC hacemos un llamado al SESNSP para dejar a un lado la politiquería y regresar a ser una sólida y confiable institución y al presidente López, a informarse bien acerca de la historia de los delitos en nuestro país para que así no salga a comunicar datos falsos o, en el caso que sí conozca la historia de éstos, para que no salga a engañar a los mexicanos.

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El autor es director general del Observatorio Nacional Ciudadano.

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