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#ElPersonaje | Olga Sánchez Cordero, la dejaron en visto

No cabe duda que si hay alguien que no está en el chat del círculo cercano del presidente, es Doña Olga Sánchez Cordero.
vie 12 febrero 2021 06:20 AM
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La secretaria de Gobernación ha donado su salario pero recibe una pensión de 2 millones al año.

El personaje de esta semana es nada más y nada menos que la secretaria de Gobernación, Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila. Y es que ante el contagio del Presidente López Obrador –a quien seguimos deseando buenos ánimos y pronta recuperación– tuvo que salir al quite la exministra, quien quedó a cargo de las mañaneras.

La secretaria ha dado de qué hablar estos días. Y es que apenas en la primera conferencia, la secretaria no sabía dónde se encontraba el presidente en su cuarentena y se enteró por un reportero que estaba en Palacio Nacional. Si ni para lo elemental le dicen las cosas, imagínense para temas complicados o espinosos. No cabe duda que si hay alguien que no está en el chat del círculo cercano del presidente, es Doña Olga.

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Ya con el reflector de la mañanera, Doña Olga aprovechó para contradecir a su jefe y relegar a los periodistas consentidos del gobierno en las conferencias, para darle la palabra a los “diarios importantes”; después hizo gala de su sumisión – y sus conocimientos anacrónicos sobre tema energético– cuando habló y defendió la iniciativa del gobierno sobre la electricidad; también cuando justificó su voto en 2007 en defensa del hoy detenido Mario Marín por delitos de pornografía infantil y pederastia; y, finalmente, se aventó la puntada de “descartarse” para la Presidencia en 2024.

Alguien por ahí le debería decir que, pa’ empezar, ni siquiera estaba en la baraja.

Secretaria ‘florero’

Doña Olga pasó a la historia por ser la primera mujer secretaria de Gobernación. Pero parece que también lo hará por ser el titular más irrelevante de esa oficina. Y es que la promesa de tener un rol activo y protagónico, defender la agenda de género y los derechos humanos, y ser una aliada de la 4T se han quedado en eso, promesas.

Aunque la exministra ocupa una silla desde la que muchos han marcado la historia del país, su presencia tiene un papel testimonial, por no decir decorativo, algo que a todas luces la incomoda. En el gabinete, no la escuchan y sus causas son ignoradas. Con decirle que hace poco denunció que había “misoginia en el gabinete”. Por si fuera poco, en Bucareli se la brincan; o cómo olvidar las grillas de su subsecretario, Ricardo Peralta, quien es toda una fichita, ah no, perdón solo es un exfuncionario que dejó aduanas en medio de señalamientos de corrupción. Ah, y no está de más decir que es el mejor amigo de la hija de doña florero, ah no, otra vez perdón, de la secretaria.

¿Será por eso el rumor de que su renuncia a la 4T ya es permanente?

No hay que olvidar que Sánchez Cordero llega al equipo del presidente López Obrador a través de ni más ni menos que del exjefe de la Oficina de la presidencia, Alfonso Romo. Así es, la actual secretaria llega al lopezobradorismo hasta hace muy poco, pues ella formó parte del Constituyente de la CDMX gracias al PRD y al dedazo de Miguel Ángel Mancera. Bastaron solo unos meses para que no solo le dieran un curul en el Senado por vía plurinominal sino que se le encomendara hasta ese momento, una de las principales carteras del país: la Secretaría de Gobernación.

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Notarías a manos llenas

Olga Sánchez es licenciada en derecho por la UNAM y tiene estudios de posgrado en Gran Bretaña. En 1984, el gobierno de Miguel de la Madrid, la convirtió en la primera mujer notaria de la Ciudad de México y desde ahí, se fue colando en la grilla. De 1993 a 1995, fue Magistrada Numeraria del Tribunal Superior de Justicia y, en 1995, tras la reforma al Poder Judicial, el presidente Ernesto Zedillo la nombró Ministra, cargo que ocupó por un periodo de 20 años. ¡Nada mal, verdad!

En todos esos años conservó su Notaría. Pero, además, no es la única Notaría en su familia. Imagínese que su esposo y dos de sus tres hijos, tienen Notarías a su nombre. Un oficio familiar, pues.

¿Austeridad republicana?

Olguita, como le llama en el gabinete, tiene gustos caros. Si no me cree, échele un ojo a los videos de las mañaneras de la semana en donde hizo gala de sus bufandas de la conocida marca francesa de lujo del monograma “LV”. Y ¿cómo no? Porque aunque, al inicio del gobierno, anunció que donaría su nada módico salario de más de 100 mil pesos al mes, conservaría su pensión como ministra de más de 200 mil pesos mensuales. ¡Más de dos millones de pesos al año! Y a eso, hay que sumarle el negocio de las notarías.

Así quién no querría irse a cuidar a sus nietos, tal cual lo propuso en su momento Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda de la 4T

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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