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#ElPersonaje | Ricardo Anaya: solitario retorno

El llamado "Chico maravilla" regresa a la vida pública en la antesala de 2021 y muchos infieren que se saborea una diputación plurinominal, pero antes tendrá que vencer a varios fantasmas del pasado.
vie 25 septiembre 2020 06:00 AM
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Anaya regresó esta semana a la vida pública.

El chico maravilla ha regresado de “lleno a la vida pública”. Si bien las últimas semanas la atención ha estado centrada en los radicalismos de FRENA y la intolerancia del gobierno a la crítica, Anaya llega con un timing y ritmo ¡Si no es ahora, será mañana! Sí, tipo al vigésimo quinto re-encuentro de Timbiriche.

Anaya asegura que ya aprendió de su derrota en 2018 y justifica su ausencia en estos dos años, pero lo cierto, es que da la impresión de que no es así.

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En un robótico video, enunció lugares comunes sobre el gobierno de López Obrador, así como un libro que está por salir y la publicación de 12 videos para explicar cada capítulo.

La buena. Al menos en esta ocasión no plagió. No olvidemos que en 2018 usó las conferencias del autor y educador de la Universidad de Stanford, Tony Seba, y del doctor en genética molecular, Peter H. Diamandis para sus famosas pláticas tipo TED TALK sobre el futuro del trabajo.

La mala. ¡No sabemos si su regreso es como político o más bien como un youtuber!

Ascenso meteórico

Anaya conocido por su capacidad escurridiza y agilidad retórica, inició su carrera desde la administración pública como director del Instituto Municipal de la Juventud de Querétaro, luego como director de Vinculación Social de Querétaro; y después secretario particular del Gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Padrón, por recomendación de –ni más ni menos que de– la exesposa de Garrido, la diputada Marcela Torres Peimbert.

Anaya se hizo muuuy cercano al gobernador y saltó a coordinador de Desarrollo Humano en Querétaro, y ya en el sexenio del presidente Felipe Calderón como subsecretario de Planeación Turística del gobierno federal.

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Orfandad política

Corría el 2013 y a Ricardo Anaya, ya como diputado federal, lo presentaban como joven promesa con dotes extraordinarias de operador y negociador político.

Su presidencia en San Lázaro fungió como pieza de ajedrez clave en el proceso de las llamadas reformas estructurales del gobierno peñista.

La división al interior del PAN gracias al calderonismo fue una ventana de oportunidad para que Anaya se hiciera del partido y ejerció el cargo de manera autoritaria y con oídos sordos. En ese tiempo, granjeó muchos enemigos tanto de internos como externos. Si no me creen, pregúntenle a Gustavo Madero, a quien después de haber recibido todo su apoyo para la dirigir el partido, lo traicionó por el ahora presidente del PAN, Marko Cortés, a quien apoyó para ser coordinador de la bancada blanquiazul.

Unos dicen que tuvo un pésimo resultado electoral con una alianza antinatura con el PRD y MC, “Por México al Frente”, y una campaña que nada más no prendió. Pero otros dicen que el PAN es la segunda fuerza política del país y, "haiga sido como haiga sido", nunca antes habíamos tenido tantos gobernadores.

Tras perder, se autoexilió en la universidad de Columbia, en Nueva York, a donde fue a enseñar “Sistema político mexicano”. Y es que seguramente no le costó trabajo ya que, como ustedes recordarán, tenía a su familia en Atlanta, hecho que tuvo que salir a explicar en aquella acalorada contienda. ¡Cómo olvidar todo el show de los terrenos del suegro que lo llevó a que la PGR lo investigara!

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Inalcanzable redención

Sus ambiciones desmedidas de poder lo llevaron al hábito de pactar y traicionar con un sin número de actores políticos. Si bien en un tiempo sonó como candidato a su natal Querétaro se brincó la barda y se fue a la grande en 2018. Ahora, el escenario es otro.

Regresa a la vida pública en la antesala de 2021, por lo cual, muchos infieren que saborea una diputación plurinominal ,pero el paso del queretano por San Lázaro trae varios fantasmas por su abierta cercanía con altos perfiles del gobierno anterior y su participación en los famosos “moches”. Incluso su secretario particular, Osiris Hernández, forma parte de una investigación por sobornos en su paso por la Cámara Baja.

Hasta el momento, su regreso parece inocuo. Sin embargo, su redención no será fácil con tantos enemigos y cadáveres políticos en su camino.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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