3. El tercer efecto de seguridad post-cuarentena será la saturación de servicios judiciales que agravará aun más la falta de procuración de justicia.
A partir del aumento de las actividades delincuenciales durante la pandemia por el coronavirus, habrá una saturación en los servicios judiciales en los estados, lo que va a lograr como consecuencia que los sujetos puestos a disposición por la policía, Guardia Nacional y por los militares y marinos de forma complementaria, enfrenten su proceso penal desde la libertad y con ello sigan alimentando las filas del crimen organizado, lo que incrementará la lucha de cárteles y las disputas entre los cárteles, elevando con ello los homicidios.
La Estrategia Nacional de Seguridad Pública que se aplica con grandes esfuerzos pero se topa con pared cuando los ministerios públicos y las fiscalías no persiguen a los criminales, y cuando no giran órdenes de cateo o aprehensión. Por ello, es importante que las instituciones de procuración de justicia trabajen coordinadamente para atender las necesidades de las instituciones del Gabinete de Seguridad.
Por ello, se necesitará de un cambio radical en las instituciones de justicia, y someter a rendición de cuentas a las figuras clave para sentenciar a los delincuentes que son puestos a disposición por los cuerpos de seguridad: los fiscales y jueces de control en particular, pues muchos han cedido al crimen organizado otorgándoles subterfugios para retrasar la secuencia procesal a su favor y con ello evadir la justicia. Y finalmente, también se necesitará hacer más estricta la prisión preventiva para casos de reincidencia.
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Nota del editor: la autora es historiadora, maestra en Asuntos Internacionales con Especialidad en Política y Seguridad Internacional por la Universidad Anáhuac México.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.