3. Generar modificaciones al urbanismo y aumentar los procesos de automatización para atención y respuesta al ciudadano en materia de seguridad pública.
Después de la cuarentena, se presentará una gran necesidad de hacer cambios en la traza urbana de las ciudades, no solo para reestructurar la infraestructura a favor de la sana distancia requerida para evitar el contagio masivo, sino también a favor de la seguridad pública.
En este tenor, habrá que ampliar los espacios públicos, las banquetas y las ciclopistas, y verificar que sirvan los botones de pánico no solo para asuntos de seguridad sino también para emergencias médicas para que un ciudadano pueda pedir ayuda médica si presenta síntomas de COVID19 o dificultades para respirar. Incluso, poner mesas con personal de salud en las estaciones del Metro, al menos en las de transbordo. Colocar medidas de circulación peatonal para caminar por el lado derecho, y no invadir el espacio de los demás.
Tenemos de igual forma que invertir más en los servicios de limpia de las ciudades, las cuales han sido el epicentro de los contagios a nivel nacional. De los servicios de limpia depende mucho el bienestar de salud durante esta pandemia.
Asimismo, la seguridad pública requiere incluir procesos de automatización como estrategia en la proximidad policial al ciudadano. La nueva normalidad deberá acompañarse de un aumento de los procesos de automatización en aplicaciones digitales para que la seguridad pública aproveche la portabilidad en los dispositivos celulares de los ciudadanos y tengan a la mano la atención policial en caso de que se sienta vulnerada/o en su seguridad, o bien, en la atención médica, en caso de presentar síntomas de coronavirus.
_________________
Nota del editor: la autora es historiadora, maestra en Asuntos Internacionales con Especialidad en Política y Seguridad Internacional por la Universidad Anáhuac México.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.