Ningún gobierno mexicano ha estado exento de encontrar fechas y situaciones que se convierten en la oportunidad perfecta para buscar un posicionamiento político, y el pasado 25 de noviembre no fue la excepción. Diversas propuestas gubernamentales generaron la esperanza de que por fin los derechos humanos de todas las mujeres serán respetados. Sin embargo, no podemos dejar de analizar la realidad y exigir que cada propuesta sea planteada desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Las estrategias y planes presentados se quedan en acciones incompletas, dando la sensación de ser espejismos o simulación.
El 21 de noviembre tras las exigencias de la sociedad civil, feministas, académicas y activistas, la jefa de Gobierno de la CDMX declaró la Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres , sin duda una acción afirmativa y necesaria ante la deuda que se tiene desde hace tiempo con las capitalinas. No obstante, el organismo que puede decretar la AVG es CONAVIM, la jefa de Gobierno solo puede solicitarla. Recordemos que ya hubo un caso similar en el EDOMEX cuyos resultados no fueron los esperados. Ese mismo día, el presidente de México firmó el acuerdo por la igualdad, su “política feminista", en donde propone mostrar su voluntad política para erradicar uno de los grandes problemas del país: las violencias machistas ¿Se puede transformar un país con “voluntad política”?