El presidente López Obrador ganó las elecciones en buena parte porque despertó en una parte importante de la población una esperanza de cambio; particularmente su compromiso fue combatir la corrupción, la inseguridad y mejorar la situación económica.
En estos meses de la nueva administración, la corrupción y la inseguridad prácticamente se mantienen sin cambios, se sigue con el mismo discurso y a pesar de que es poco tiempo para hacer una evaluación sobre estos temas es de destacar el aumento de la inseguridad en el país. Hacen falta señales más claras y acciones contundentes para ver resultados porque, de seguir la tendencia, tendremos un sexenio lleno de terror.