La transformación del órgano a cargo de la transparencia en la Ciudad de México es consecuencia de la reforma a nivel federal con la cual se instruyó la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), cuyas funciones quedaron a cargo de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, a través de la dependencia Transparencia para el Pueblo.
Para Salazar, este antecedente vaticina un posible retroceso en la ciudad, pues a nivel federal Transparencia para el Pueblo desechó 99.6% de los recursos de revisión presentados por ciudadanos que buscan acceder a información, de acuerdo con la organización Artículo 19.
“Lo que hemos visto es que Transparencia para el Pueblo ha estado negando sistemáticamente la entrega de información a partir de los recursos de revisión que recibe. Esto nos da un muy mal precedente sobre cómo van a funcionar los organismos locales de transparencia”, advierte la académica de la Universidad Iberoamericana.
Una de las principales consecuencias, considera Rosiles, será que las y los ciudadanos ya no contarán con un organismo independiente que les ayude con el acceso a la información cuando un ente obligado –como el Gobierno de la ciudad, el Congreso, el Poder Judicial o partidos políticos– les niege información o la entregue, pero de forma incompleta.
A pesar de que quien encabece el próximo Instituto de Transparencia para el Pueblo de la Ciudad de México será avalado por el voto de diputados y diputadas del Congreso capitalino, el hecho de ser elegido a partir de la propuesta de la jefa de Gobierno ya implica un sesgo, considera el politólogo.
“Si los va a proponer la jefa de Gobierno, con todo respeto no va a proponer a personajes no alineados”, señala Rosiles.
Viene un retroceso y, particularmente en el caso de la Ciudad de México, el retroceso será mayor porque claramente el instituto de la ciudad era uno de los principales referentes a nivel nacional, es uno de los que mejor imagen tenía y mejor funcionaba al dar respuesta a sus ciudadanos.
Javier Rosiles, profesor e investigador en la UCEMICH
La comisionada presidenta de Info CDMX, Laura Lizette Enríquez Rodríguez, afirma que se preparan para la próxima transición desde hace varios meses, con más velocidad al cumplimiento de las resoluciones sobre acceso a la información y protección de datos personales, para dejar la menor cantidad de cumplimientos pendientes a las nuevas autoridades.
“Nos estamos preparando para el cambio, para el cierre administrativo, pero eso no significa que dejamos de trabajar: aquí seguimos con capacitaciones, con verificación en materia de datos personales, seguimos resolviendo más de 100 recursos cada semana, todo lo que llegue se va a buscar resolver”, dice en entrevista con Expansión Política.
Para la presidenta del Info CDMX, uno de los elementos más valiosos a rescatar en la transición será la experiencia de las y los trabajadores del actual instituto que se especializaron en transparencia, acceso a la información y protección de datos personales.