Una prueba de antígenos, en el contexto de la rápida expansión de Ómicron, es una buena herramienta para detectar rápidamente casos de COVID. Sin embargo, por su naturaleza, también puede arrojar falsos negativos.
Pruebas de antígenos, cuándo sospechar de un falso negativo a Ómicron
Así es, existen algunas razones para desconfiar de las pruebas negativas y aquí encontrarás algunas pistas sobre cómo actuar en caso de que sospeches que estás contagiado de COVID.
La Organización Mundial de la Salud advirtió este jueves que, aunque la variante Ómicron provoca menos casos graves que las cepas anteriores, esto no quiere decir que provoque una enfermedad “leve”.
México ya está experimentando una escalada de casos de COVID-19 en los últimos días y los gobiernos del Valle de México están instalando quioscos de pruebas rápidas, precisamente de antígenos.
¿Cuándo desconfiar de una prueba de antígenos negativa?
El resultado positivo de una prueba rápida de antígenos requiere la obtención de la mayor cantidad posible de proteínas virales en una sola toma. En este sentido, entre más profunda es la zona del tracto respiratorio donde se tome la prueba, más probabilidades hay de que la prueba sea certera.
Sin embargo, existe la posibilidad de que la prueba arroje falsos negativos. Esto es así debido a que existe una menor carga viral durante los primeros y los últimos días de infección.
De hecho, alguien puede presentar síntomas de COVID y dar negativo a una prueba de antígenos, si esta se realiza en los primeros o últimos días de la enfermedad. Así que, un resultado negativo podría ser engañoso y lo recomendable es seguir aislado si se tienen síntomas, para, en los próximos días, repetir la prueba para descartar un falso negativo.
¿Cómo saber cuál prueba debo realizarme?
Además, alguien puede tener sospechas de obtener un falso negativo por varias razones. La primera de ellas son los síntomas; la segunda, que convivió en los últimos días con alguna persona que dio positivo a la prueba y, tercera, que, tras haber dado positivo, pocos días después dio negativo.
Para salir de dudas, se puede optar por una prueba PCR, cuyo resultado de diagnóstico es más tardado, pero más certero.
Las pruebas de antígenos funcionan debido a que son más accesibles y rápidas, además de baratas. Son de gran utilidad para la acción gubernamental o empresarial al detectar masivamente casos positivos, identificar cadenas de contagio y decidir políticas de contención del virus.
En el plano individual, las pruebas de antígenos pueden incluso ser realizadas desde casa y, al ser más accesibles y baratas que las PCR, existe la posibilidad de repetir la prueba o realizarla entre todos los miembros del hogar.
Como se observa, ambas son muy útiles. Pero la PCR es más certera y puede ser utilizada cuando se sospecha de un falso negativo, tras el sometimiento a un tratamiento de COVID ya conocido o cuando es solicitada por motivos de viaje o médicos.
¿Cómo actuar tras la sospecha de un falso negativo?
Si eres sintomático y obtuviste una prueba negativa, pero no contundente, debes ser precavido. Un estudio reciente examinó los casos de 30 personas a las cuáles se les detectó COVID, durante la expansión de Ómicron en Estados Unidos, a través de la prueba PCR de saliva.
Había amplia certeza de que eran positivos. Pero para conocer la fiabilidad de las pruebas de antígenos en el contexto planteado por Ómicron, los investigadores realizaron este tipo de test a los participantes del estudio.
Se necesitaron tres días, en promedio, para que las personas dieran positivo a dos pruebas rápidas de antígenos, después de haber dado positivo en PCR. Y en cuatro casos las personas transmitieron el virus a otras, después de un resultado negativo.
Aunque aún no hay resultados preliminares, hay varias explicaciones para esta inconsistencia entre los resultados de ambas pruebas: primero, es posible que Ómicron no sea fácil de detectar con pruebas de antígenos; segunda, las pruebas de saliva PCR son mejores con la nueva variante; tercero, Ómicron podría replicarse más rápido en la garganta y la boca que en la nariz.