Del descontento a las movilizaciones: los frentes abiertos del gobierno de Sheinbaum
Un elemento que no le ha ayudado a la presidenta, Claudia Sheinbaum, es que ante el descontento se muestra confrontativa y pone en duda la autenticidad de las protestas, explican expertos.
El asesinato de Carlos Manzo, exalcalde de Uruapán, ha generado descontento social por la falta de resultados en seguridad.(Foto: Reuters)
Lidia Arista
La "luna de miel" se acabó para la presidenta Claudia Sheinbaum. El creciente descontento de algunos sectores ante propuestas legislativas, decisiones de gobierno, falta de recursos en programas o por la inseguridad en el país, se tradujo en las últimas semanas en movilizaciones, bloqueos y protestas en contra de la administración actual.
A un año de haber arrancado su sexenio, la presidenta enfrenta el reclamo de transportistas, agricultores, docentes, trabajadores de la salud, jóvenes, familias de desaparecidos y víctimas de violencia e incluso afectados por las fuertes lluvias.
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Para Marco Iván Vargas, analista político y excatedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, si bien el descontento no es generalizado, ha tomado fuerza con varios frentes abiertos y comienza a ser "un riesgo para el gobierno".
"Todos estos conflictos van erosionando la credibilidad de orden y la estabilidad que nos ofrecen todas las mañanas de que ‘la casa está en orden’, pero volteas a las calles, a las carreteras, a la economía y la casa no está en orden. Tarde o temprano, esa narrativa se va a caer”, advierte.
Sheinbaum llegó a la Presidencia de la República como la candidata más votada de la historia de México con 33 millones 226,602 sufragios que representaron el 59.35% de los votos y arrancó su administración con una aprobación de 67%, pero poco a poco fue incrementando el apoyo a su gestión hasta llegar a 85% en febrero de 2025.
La presidenta Claudia Sheinbaum llegó con altas expectativas a la Presidencia de la República.(Foto: Edgar Negrete Lira/Cuartoscuro.)
En ese periodo se fueron sumando situaciones complicadas para el Gobierno de Sheinbaum como el hallazgo del centro de adiestramiento en el Rancho Teuchitlán, la polémica por la acusación contra Hernán Bermúdez, secretario de Seguridad de Tabasco en el gobierno del senador Adán Augusto López Hernández, quien fue vinculado con la organización criminal “La Barredora”, así como críticas por viajes al extranjero en los que incurrieron morenistas.
Sin embargo, a partir de que cumplió un año, analistas observan el inicio de una crisis que detonó la emergencia por las inundaciones ocurridas por la "perturbación tropical 90-E" y dejaron afectaciones en Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz.
“Considero que es una crisis lo que estamos observando porque se suman ya muchas inconformidades. Empieza con las inundaciones, con encuentros difíciles, pero después viene lo del asesinato de Carlos Manzo, luego con la (llamada) marcha de la Generación Z”, plantea Azucena Rojas, profesora de Tecnológico de Monterrey.
Las lluvias causaron la muerte de más de 80 personas.(Foto: Crisanta Espinosa Aguilar/Cuartoscuro.)
El pasado 15 y 20 de noviembre algunos jóvenes de la "Generación Z" llamaron a manifestarse en las calles de la Ciudad de México y otros estados por la inseguridad en el país. Sin embargo, a la convocatoria se unieron adultos con otros reclamos y otros movimientos como el del Sombrero, vinculado al expresidente municipal de Uruapan Carlos Manzo, para exigir seguridad en un país.
También por temas de seguridad esta semana se movilizaron transportistas, quienes bloquearon carreteras en el país para denunciar la falta de seguridad en las autopistas y extorsiones en ellas de parte tanto de miembros de la delincuencia organizada, como de policías estatales y municipales.
De acuerdo con transportitas, a pesar de que hay descenso de 39% en el robo de autotransporte entre 2018 y 2024, éste se ha vuelto más violento.
Al movimiento de transportistas se sumaron agricultores, quienes están en contra de la reforma a la Ley de Aguas presidencial que se discutirá en la Cámara de Diputados, luego de que afirman que de aprobarse, ya no será posible la trasmisión de los títulos de concesión para el uso de agua entre particulares como se hace ahora.
La propuesta busca que una vez que finalice el periodo de permiso, los concesionarios deberán ser devueltos a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que sean reasignados nuevamente, lo que los campesinos señala que con esto, se les condena a que sus terrenos valgan menos.
Ante ambos reclamos, la presidenta afirma que hay diálogo del gobierno, pero considera que detrás de las manifestaciones hay interés por defender privilegios.
Otro de los frentes abiertos lo encabeza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). En su demanda de que se abrogue la Ley del ISSSTE y la reforma educativa, los maestros han advertido que seguirán a la mandataria en sus actividades públicas y de ser necesario plantearon “boicotear” el Mundial de Futbol 2026.
“¡Si no hay solución, no habrá Mundial!” y “¡Si no hay solución, no rodará tu balón!”, advirtieron el pasado 13 de noviembre.
El fin de semana pasado los maestros de la Coordinadora protestaron en varios eventos de la presidenta en Oaxaca y durante una traslado, interceptaron la camioneta que la transportaba y lograron que les firmara compromisos con demandas locales.
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¿Por qué el descontento?
Cuando inicia un sexenio, el gobernante suele tener una especie de “luna de miel”, en el que goza de un alto capital político, alta aprobación y altas expectativas de cambio, sin embargo, los expertos señalan que suele durar alrededor de un año.
Ese periodo de luna de miel no dura más de un año. En el caso de la presidenta Claudia ya pasó y ahora estamos viendo resultados del desgaste de gobernar.
Azucena Rojas, profesora del Tec de Monterrey.
De acuerdo con Marco Iván Vargas, la actual inconformidad de algunos sectores, se explica por tres elementos: una alta expectativa hacia el gobierno de Sheinbaum, problemas que datan de sexenios que no han sido resueltos y el estilo de gobernar de la presidenta.
“La presidenta llega con un respaldo muy alto, con una promesa de continuidad que es la que ha estado tratando de llenar, pero el problema es que cuando se construyen narrativamente expectativas tan grandes, cualquier rezago en seguridad, servicios, economía tarde o temprano hay un choque entre expectativa construida y realidad experimentada”, refiere.
Respecto al segundo elemento, sostiene que aunque los descontentos no son por lo que se ha hecho o no en su gobierno, es en su administración cuando estallan.
“El tema de la violencia, la precariedad con la que se tiene el magisterio o el notorio deterioro del campo abandonado no fueron temas que se crearon en el año y meses que tiene la presidencia de Claudia, pero sí le estallan a su gobierno en las manos”, indica.
El tercer elemento que no ha ayudado a cerrar los frentes abiertos, explican los expertos, es que la presidenta se mostró confrontativa y puso en duda la autenticidad de movimientos.
“Los temas que están saliendo están directamente vinculados con resultados. El tema de las inundaciones tiene que ver con la capacidad del Estado para prevenir o salir adelante de los temas del cambio climático. El tema de Carlos Manzo está vinculado también con la capacidad de brindar seguridad a la ciudadanía…Todo está vinculado con resultados. No es una cuestión de percepción. Si a eso le sumamos que ella opta por negar o decir que los medios están en su contra”, plantea Rojas.
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La presidenta rechazó el pasado lunes que haya descontento social y aseguró que los reclamos son aislados.
“Esta idea de que ‘hay enojo, insatisfacción, molestia, que han querido levantar en las redes (...) hay mucha alegría en la gente, eso lo veo yo, no solo cuando llego a un lugar, que hay mucha gente esperando, sino en el camino, en las carreteras, la gente cómo me saluda cuando llegamos a una ciudad, a un pueblo, es algo muy bonito”, afirmó en su mañanera.
Agricultores del país se han manifestado en contra de modificar la Ley de Aguas.(Foto: Jose Luis Gonzalez/Reuters.)
Los frentes abiertos que enfrenta la presidenta podrían impactar a su popularidad, sin embargo la implicación mayor puede estar en su proyecto de gobierno.
“Cuando empiezas a perder la aprobación presidencial, las acciones que toma un presidente empiezan a perder esa legitimidad, ese respaldo de la ciudadanía y entonces se empiezan a abrir fisuras en el ámbito político”, explica Azucena Rojas.
El escenario –si los frentes abiertos se mantienen o crecen– es que la presidenta llegue con menor aprobación a las elecciones de 2027 lo que podría implicar perdida de espacios para su partido y llegar a 2028 con menor respaldo a su cita con la revocación de mandato.