“Según un líder criminal, miembros de otros dos grupos ilegales, un funcionario federal de alto rango y funcionarios locales, soldados y delincuentes locales formaron un frente conjunto de facto contra el Cartel de Jalisco, coordinando sus operaciones e incluso luchando uno al lado del otro”, señala el reporte.
Esa alianza informal entre grupos criminales y la Defensa Nacional, añade, ocasionó la muerte de alrededor de 400 civiles armados que formaban parte del CJNG.
Las fuerzas especiales del Ejército enviadas al frente, dice el reporte, al principio dudaron en tomar medidas decisivas en contra del Cartel Jalisco por temor a ser acusadas de crímenes contra la humanidad, pero, después de recibir garantías de que los cadáveres serían arrojados en fosas clandestinas, los soldados procedieron.
Pese a esas bajas, el CJNG no ha perdido fuerza. “Tras reagruparse, el Cartel de Jalisco ha revitalizado su ataque en múltiples frentes en Michoacán, incluso mediante ataques a soldados. `Siempre hay repuestos humanos”, dijo un líder criminal sobre la capacidad de los grupos criminales para r"eponer sus filas”.
Autoridades y criminales pactan “modus vivendi”
El informe destaca que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha desplegado como nunca a elementos de las Fuerzas Armadas para combatir la violencia, sin embargo, ésta no cede.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es el más violento de la historia de México al superar los 120,000 homicidios registrados con Felipe Calderón y los 156,000 de Enrique Peña Nieto, a pesar de que hoy hay 281,209 militares desplegados en las calles mexicanas, más que en cualquier otro momento en la historia reciente de la nación.
También se revela que entre autoridades y líderes criminales se estableció un “modus vivendi” en el cual, a cambio de reducir la violencia visible, se permitió a agrupaciones ampliar su territorio en comunidades.