Además de gobernar México, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el expresidente Vicente Fox tienen algo en común: durante su gestión, sus hijos o hijos de su esposa (en el caso del panista) fueron señalados de estar involucrados presuntos actos de corrupción.
Los Bibriesca y los López Beltrán han sido el centro de críticas en las gestiones de sus padres por presuntamente hacer negocios desde el poder.
Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, los “hijastros” de Vicente Fox, quien gobernó México de 2000 a 2006, fueron señalados por tráfico de influencias y en presuntamente favorecer a Oceanografía, una empresa que se volvió la consentida de Pemex.
En el caso de López Obrador, tres de sus cuatro hijos, José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alonso López Beltrán, han sido señalados por polémicas como la “Casa Gris”, una residencia en Houston propiedad de un alto directivo de la compañía Baker Hughes, una petrolera con contratos en Pemex por más de 151 millones de dólares, por la venta de balastro para las obras del Tren Maya, donde amigos o cercanos suyos se han visto favorecidos con contratos del gobierno.
Los escándalos de familiares o hijos de los presidentes de México no son nuevos. Nepotismo, lujos, privilegios y acusaciones de corrupción han marcado varios sexenios.
A su llegada, el presidente López Obrador aseguró que en su gobierno se acabaría el “amiguismo”, el “compadrismo” y el “nepotismo”.
Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 28, 2015
“La impunidad a la que hemos llegado es grosera, antes por lo pronto se guardaba un poquito la forma, y ahora todos los hijos del presidente están metidos en casos de corrupción de formas distintas”, afirma Ángeles Estrada, catedrática del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey.
En diversos momentos, los López Beltrán han atraído los reflectores por presuntamente estar involucrados en actos de corrupción o conflicto de intereses.
“Así vive en Huston el hijo mayor de AMLO”, una investigación de Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, reveló que José Ramón López Beltrán ocupó una mansión de un millón de dólares, la cual era una propiedad de un alto ejecutivo Baker Hughes, una compañía petrolera que tiene contratos vigentes en Pemex.
También MCCI reveló que en México, el hijo mayor del presidente tenía como domicilio una casa en Coyoacán, la cual es propiedad de la asistente personal de la directora del periódico La Jornada, uno de los tres mayores contratistas en publicidad del gobierno de López Obrador.
El hijo mayor del presidente López Obrador publicó documentos que demostraban que la propiedad fue rentada por 5,600 dólares y que no se les dio de manera gratuita.
Andrés Manuel López Beltrán también ha estado en la polémica porque amigos suyos han obtenido contratos y recursos de gobiernos morenistas. MCCI reveló que gracias a la intermediación de gobiernos de Quintana Roo y Tabasco, Romedic SA de CV, propiedad de Jorge Amílcar Olán Aparicio, amigo de Andrés Manuel "Andy" López Beltrán, recibió más de 490 millones de pesos de recursos federales provenientes del extinto Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). Los contratos millonarios fueron para la compra de medicamentos y equipo de curación a Romedic.
También MCCI reveló que Amílcar Olán compró 18 hectáreas de un terreno contiguo a la refinería de Dos Bocas a un precio de seis pesos por metro cuadrado, cuando el valor comercial es de alrededor de 1,200 pesos. El terreno está rentado a una de las contratistas de la refinería de Dos Bocas, ICA Fluor, la cual ha recibido pagos del gobierno por 14,000 millones de pesos en este gobierno.
Al hijo menor del Gonzalo Alonso López Beltrán se le ha señalado de presunto tráfico de influencias y de ser protagonista de una red de negocios que involucran al Tren Maya, uno de los proyectos de infraestructura más relevantes de este gobierno a través de contratos para surtir miles de metros cúbicos de balasto para las vías sin certificaciones de calidad.
La investigación presentada porLatinus tuvo acceso a conversaciones entre Amílcar Olán Aparicio, y Pedro Salazar Beltrán, primo de Andy y Gonzalo López Beltrán, el en las que se revelan cómo y cuánto dinero entregaron para que la piedra no fuera sometida a pruebas físicas y químicas.
En cada una de las veces que los nombres de sus hijos son relacionados con posibles actos de corrupción, el mandatario ha salido en su defensa, pedido pruebas y sugerido que los denuncien.
“Si mis hijos están metidos en negocios ilícitos en el Tren Maya, ¿por qué no presentan denuncias? Yo he dicho que no acepto la corrupción de nadie, ni de mis hijos...Y sí puedo hablar de mis hijos, porque los conozco y no son corruptos. Pero si hay pruebas, adelante”, dijo el pasado 29 de abril en su conferencia matutina.
“Que le toquen a sus cuatro hijos, eso es lo único que realmente le puede doler”
“No le voy a hablar al fiscal para decirle: Oiga, ahí les encargo, o ahí se los encargo, no”, así ha rechazado el presidente López Obrador que en caso de que sus hijos sean denunciados, él vaya a intervenir para que la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, no los investigue.
Políticos de oposición han presentado algunas denuncias contra los hijos del presidente, como Xóchitl Gálvez, quien en marzo pasado denunció ante la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción de la Fiscalía General de la República (FGR) a Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán y cuatro personas más por su presunta responsabilidad en actos de corrupción en la proveeduría de balastro, a sobreprecio, para la construcción del Tren Maya. Sin embargo, las investigaciones no han avanzado.
“Ni por equivocación se inician las investigaciones... pesar de que existen las pruebas, tienes a la fiscalía, que no va a ser mucho por investigar, pero además tienes a la unidad de inteligencia financiera, que es una unidad que funciona con base en el capricho del presidente”, agrega Ángeles Estrada.
Aunque fue una de sus promesas, el combate a la corrupción será uno de los pendientes de Andrés Manuel López Obrador, por lo que incluso la candidata de Morena a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, ya fue cuestionada.
En el segundo debate presidencial, la candidata de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, le cuestionó si investigará los casos de corrupción que señalan a José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alonso en caso de llegar a la Presidencia de la República.
"Con las evidencias que hay sobre la corrupción de los hijos del Presidente, ¿los investigarías?", planteó el pasado 28 de abril.
La respuesta fue un rotundo no, de parte de la candidata de Morena, PT, Verde Ecologista.
Estefanía Medina, cofundadora y codirectora de la organización Tojil, explica que un pendiente para el próximo gobierno es combatir la impunidad en la corrupción, delito que prevalece con una alta tasa de no castigo.
“Solamente alrededor del 10% de los delitos que se cometen, se denuncian. De ese 10%, la Fiscalía General de la República, exclusivamente hablando de temas de corrupción, solamente lleva ante un juez el 2% de los casos”, advierte.
Por corrupción, los hijastros de Vicente Fox fueron señalados Manuel y Jorge Alberto de tráfico de influencias y en presuntamente favorecer a Oceanografía.
En 2004, el periodista Miguel Badillo publicó una entrevista en la que Manuel reconoció que intercedieron para que Pemex le entregara contratos a Oceanografía.
“Te debo decir que sí, mi hermano (Jorge) y mi tío (Guillermo, hermano de Marta) llamaron a Pemex para que le dieran un contrato a Oceanografía. Eso sí, siempre con apego a la legalidad (sic) mediante concurso. Esa empresa dedicada a trabajos petroleros, mi hermano y mi tío conocen bien a los dueños. Así que no tiene nada de malo que soliciten en Pemex que se tome en cuenta a Oceanografía para ese contrato”, afirmó al también director de la revista Contralínea.
A los hijos de Martha Sahagún se les señaló por haber gestionado 5,929 millones de pesos para favorecer a la empresa Oceanografía entre 2002 y 2006.
A cambio de favorecer a la empresa de Amado Yáñez Osuna, los hijastros de Fox recibieron importantes comisiones.
Para investigar este hecho, la Cámara de Diputados abrió una comisión especial en la que se determinó que la empresa también fue favorecida en el gobierno de Calderón.
En su sexenio, los hijos de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera fueron señalados por vivir en lujos: viajes por el mundo, marcas exclusivas, portadas de revista, eventos deportivos y escuelas y reconocidas, eran parte de lo que rodeaba su vida de Sofía, Fernanda y Regina Castro Rivera, así como Paulina, Nicole y Alejandro Peña Pretelini.
Durante su sexenio, el presidente Peña Nieto realizó más de 80 giras internacionales, y en varias de ellas llevó a familares y amigos cercanos, por lo que fue cuestionado por el derroche de recursos. De acuerdo con el diario Reforma, el priista es el que más ha gastado en giras internacionales en los últimos 18 años, pero visitó menos países que sus antecesores, lo que se atribuye a las grandes comitivas con las que realizaba los viajes.
En el caso de Ernesto, Carlos y Emiliano Zedillo, hijos del expresidente Ernesto Zedillo se vieron involucrados en una polémica, ello luego de que asistieron un concierto de la banda inglesa U2 en México, pero el Estado Mayor Presidencial los sacó minutos antes para evitar la conglomeración y para ello se saltaron vallas para llegar delante del escenario, donde se encontraban los hijos del mandatario priista, y después ingresaron al backstage una zona no permitida al público.
Al gobierno de José López Portillo se le recuerda por haber calificado “el orgullo de mi nepotismo” el nombramiento como subsecretario de Programación y Presupuesto a su hijo José Ramón.
