La mañana del jueves, el presidente de México sostuvo una llamada telefónica con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, con quien dialogó sobre la relación económica y el crecimiento del flujo migratorio.
En ese diálogo, el presidente de México manifestó su disposición para ayudar a controlar y ordenar el flujo migratorio.
“Necesitamos trabajar juntos y lo estamos haciendo, ahora se nos presenta una situación extraordinaria porque aumentó el número de migrantes que pasan por nuestro país con el propósito de llegar a Estados Unidos sobre todo el número de venezolanos, también haitianos, cubanos, ecuatorianos creció el número y en Piedras Negras en Coahuila hay muchos migrantes queriendo pasar, esto ha limitado que funcionen los puentes los pasos, las aduanas y vamos a ayudar”, indicó.
En un comunicado, la Casa Blanca informó que ambos jefes de Estado coincidieron que es necesario implementar más medidas coercitivas para frenar el flujo de migrantes.
“El presidente (Joe Biden) y el presidente López Obrador coincidieron en que se necesitan urgentemente medidas coercitivas adicionales para que se puedan reabrir los puertos de entrada clave a través de nuestra frontera compartida”, dice el comunicado.
La llamada entre ambos presidentes se dio a petición de Joe Biden. La conversación directa surge en medio de un repunte en el flujo migratorio.
En México, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) registra el número más alto de peticiones de asilo: 136,934 entre enero y noviembre de 2023 y aún está por sumarse diciembre.
En Estados Unidos, el año fiscal que recién concluyó (octubre de 2022 hasta septiembre de 2023) registró 2 millones 475,669 encuentros en la frontera con México. Se trata de la cifra más alta desde que inició la pandemia de covid-19.