Sandoval, el secretario incomodo
El nacido el 7 de febrero de 1960, en Ensenada, Baja California, es un hombre en quien el presidente Andrés Manuel ha depositado confianza, recursos y más facultades.
A las Fuerzas Armadas, el actual gobierno le encargó obras como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya, la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, la construcción de las sucursales del Banco del Bienestar, entre otras.
A la par de las asignaciones, vinieron los recursos. Las Fuerzas Armadas tienen el segundo presupuesto más grande de la administración pública. En este gobierno se le han asignado a la Sedena y Marina 809,349 millones de pesos.
En una administración marcada por la austeridad, el general causó polémica. Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad reveló que el secretario realizó viajes de lujo al extranjero en jets del Ejército, se hospedó en hoteles de alta gama y que tuvo comidas y cenas en buenos restaurantes, así como visitas a museos y lugares emblemáticos de las ciudades visitadas.
Al ser cuestionado sobre estos viajes, el presidente López Obrador salió a la defensa de su secretario.
“Ah, su familia a lo mejor sí, sí, a lo mejor su familia sí. ¿Y qué? ¿Cuál es el problema?”, dijo cuando se le preguntó si eran verdad esos viajes.
Esos viajes van en contra a la política y recomendación que ha hecho el presidente López Obrador: vivir en la justa medianía.
No había pasado ni un mes cuando surgió un nuevo escándalo para el general. Luis Cresencio Sandoval compró un departamento de lujo en Bosque Real a una accionista de una empresa proveedora de la que la Sedena que el año pasado recibió un contrato de 319 millones de pesos.
De acuerdo con la investigación de MCCI , la adquisición se realizó por 9 millones de pesos, pero inmuebles de dimensiones y características similares están valuados hasta en 30 millones de pesos.