La presencia de las Fuerzas Armadas en las tareas de seguridad pública no ha contribuido en la pacificación del país. En 16 años, el despliegue de los militares pasó de 37,253 elementos a 84,481, mientras que los homicidios de 10,452 en 2006 a 35,625 en 2021.
Esta semana se concretó en San Lázaro la iniciativa del PRI que propone prolongar la presencia de los militares en las labores de seguridad pública, cuya esencia es una petición de presidente Andrés Manuel López Obrador.
Marzo de 2024 ya no será la fecha en la que los marinos y militares dejen las tareas de seguridad pública. Ahora será hasta 2028, en caso de que el Senado avale la minuta aprobada en la Cámara de Diputados, así como al menos 17 de los 32 Congresos locales.
Expertos en seguridad consultados por Expansión Política afirman que es “inentendible” por qué, si los militares no han contribuido en la pacificación del país, el presidente López Obrador busca prolongar su estadía en las calles.
“No encontramos una respuesta clara, ni siquiera del presidente y su grupo parlamentario, Morena. El Ejército en las calles lleva años apoyando en tareas de seguridad pública en todo el país, sin embargo no ha dado resultados en la seguridad”, afirma René Gerez, abogado e investigador de la organización Causa en Común.
Los militares no tienen los números de su lado. En 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón determinó que los marinos y soldados iban a apoyar en la seguridad pública y se inició la llamada “guerra contra el narcotráfico”, México registró 10,425 homicidios dolosos, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En 2021, se reportaron 35,625 muertes violentas, que representa un incremento de 241%.
Cuando ese delito se mide por cada 100,000 habitantes, también el aumento es evidente . En 2006, la tasa era de 9.7 homicidios dolosos, sin embargo, en 2022 la tasa se ubica en 28.
Con el presidente Andrés Manuel López Obrador el despliegue de militares ha crecido. En 2018, cuando inició su administración y concluyó la del priista Enrique Peña Nieto, había 49,650 elementos. En agosto pasado, ya había 84,481 integrantes de las fuerzas armadas.
Con López Obrador hay 226% más militares que con Calderón y 70% más que con Peña.
“Los militares en las calles no han logrado el impacto por el cual se justificó esta presencia”, afirma Daniel Gómez-Tagle, especialista en seguridad pública.
Aunque el presidente criticaba el uso de militares en las tareas de seguridad pública, hoy incluso lo defiende.
“Cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron. ¿Cómo enfrentar el problema de la inseguridad? Sí sabía yo desde el principio y estoy absolutamente convencido de que la paz es fruto de la justicia y eso es la base de la política de seguridad, el atender a los jóvenes, el mejorar las condiciones de vida, el combatir la pobreza, el combatir la corrupción, el que no se permita la impunidad, pero imagínense qué íbamos a hacer con la Policía Federal como estaba”, dijo el mandatario federal en días pasados.
La presencia de los militares en los dos sexenios pasados y en lo que va de esta administración no ha generado los resultados esperados en la seguridad pública porque –coinciden los especialistas consultados– no están capacitados para esas tareas.
“La estrategia no está diseñada para la seguridad pública, lo único que están haciendo es poner soldados a pretender que son policías”, agrega Gómez-Tagle
Un estudio del Wilson Center señala que, a pesar del número de soldados desplegados, la Sedena tiene un papel más pasivo.
“A pesar del mayor número de soldados desplegados, las cifras muestran que la Sedena juega un papel más pasivo. Están involucrados en menos enfrentamientos, incautan menos armas de fuego y evitan el contacto con delincuentes armados.”, refiere el artículo La Militarización de Seguridad Publica en México.
Por ejemplo, en incautación de armas de fuego ha habido una clara disminución:
Para Miguel Garza, del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde), el presidente López Obrador ha optado por desplegar a elementos del Ejército debido a que es una institución en la que confían los mexicanos, pero no porque necesariamente vayan a resolver el problema de violencia que se ha acentuado en el país.
“No creo que el presidente crea realmente que el Ejército va a solucionar el problema de inseguridad, pero sí creo que está muy convencido que es muy popular esa medida como el presidente, que es muy popular el Ejército”, asegura.
La confianza que el presidente Andrés Manuel brinda a la Secretaría de la Defensa Nacional también se ha reflejado en más recursos asignados.
