La mañana nublada del 10 de febrero de 2016, el avión José María Morelos y Pavón tuvo su vuelo inaugural al servicio del entonces presidente, Enrique Peña Nieto. Niños de primaria y secundaria que habían obtenido las mejores calificaciones fueron los pasajeros del primer viaje que realizó a Hermosillo, Sonora, la aeronave que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, describe como “onerosa”, un “exceso” y símbolo de la corrupción que predominó en el “periodo neoliberal”.
A seis años de ello, el Boeing 787-8 Dreamliner se mantiene estacionado, pues no ha logrado ser rifado, intercambiado o vendido, mientras sigue generando costos millonarios a la nación.
Con una capacidad para 80 pasajeros, despacho privado, sala de juntas, una recámara con cama king size, regadera, caminadora, internet de alta velocidad y tecnología de punta, la aeronave fue fabricada en Estados Unidos con un costo de alrededor de 7,000 millones de pesos.