"(Además) promovería la cooperación entre entidades, cuya interacción humana y económica hace que se conformen zonas estratégicas en las que puede ser conveniente coordinar el color del semáforo", dijo.
En este sentido, Sánchez Cordero resaltó la importancia de que, desde la Federación, los resultados del riesgo evaluado sean comunicados directamente a cada entidad, y no de manera generalizada.
Esto, con el fin de promover un mayor rango de adaptabilidad para establecer acciones que permitan un equilibrio entre la protección de la salud pública y las actividades económicas esenciales.
La secretaria de Gobernación insistió en que estas posibles modificaciones se tomarán después de haber realizado una ponderación del riesgo sanitario y del económico de cada región.
Así, explicó, se verán cambios en definiciones para la "nueva normalidad", por ejemplo, que las "actividades esenciales" sean renombradas "actividades asociadas a mayor o menor riesgo".