Lo que el presidente quiso decir...

Desde que en 1994, cuando perdió por segunda vez las elecciones a la gubernatura de Tabasco ante Roberto Madrazo Pintado, AMLO se convirtió en un personaje sumamente mediático, recuerda Aguilar.
“Se caracterizó por tener un tipo de comunicación que siempre provocaba interés de la prensa, tiene esa habilidad, siempre ha sido muy buen publicista y con frases muy pegadoras”, describe el también académico y consultor.
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En 2000, cuando López Obrador ocupó la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, inició con las conferencias matutinas:
“En ese momento, para él era fundamental tener un adversario claro y fue Vicente Fox. Se se metía a opinar de temas generales y hacía muy poca referencia a las acciones de su propio gobierno”, apunta Águilar, quien dice que gracias a los resultados positivos que tuvo con ellas, era natural que las retomara al llegar a la presidencia y las aprovecharlas para para criticar y buscar confrontaciones.
“Es un hombre muy autoritario y aprovecha ese espacio para hacer valer su única verdad en los medios y la opinión pública”, asegura. “Cualquier otro medio de comunicación o actor social va a ser descalificado como conservador, reaccionario, neoliberal o fifí”.