Wedding representó a Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 en Salt Lake City, ubicado en Utah, Estados Unidos y según el Departamento de Estado de ese país, tras su carrera deportiva, se dedicó al narcotráfico transnacional, hasta el punto de volverse clave en el lavado de dinero del Cártel de Sinaloa.
En un comunicado conjunto emitido por las dependencias de Seguridad de México, se detalló que el operativo realizado el jueves consistió en cuatro cateos en domicilios de la Ciudad de México y el Estado de México autorizados por un juez de control.
El operativo, se dijo, es parte de la cooperación bilateral para detener a personas requeridas por autoridades de otros países.
En los domicilios se hallaron dosis de metanfetamina y marihuana, 62 motocicletas de alta gama, dos vehículos, obras de arte, dos medallas olímpicas, cartuchos, un cargador y documentación.
Los inmuebles quedaron sellados y bajo resguardo de las autoridades, mientras que los bienes asegurados fueron puesto a disposición del agente del Ministerio Público.
En los operativos participaron agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), de las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de Marina (Semar), de la Defensa Nacional (Defensa) y Guardia Nacional (GN).
Apenas el pasado 8 de diciembre, es decir 18 días antes del operativo, la embajada de Estados Unidos en México difundió e sus redes sociales un video en el que informó que el FBI buscaba a Wedding, quien “dirige una organización violenta dedicada al tráfico de cocaína”.
En la grabación la embajada estadounidense, que encabeza Ronald Johnson, indicó que James Wedding es “uno de los criminales más buscados del FBI.
“Hay una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que lleve a su captura. Su denuncia puede marcar la diferencia, si tiene información sobre James, comuníquese con la embajada de los Estados Unidos”, se mencionó en el video.
El exatleta, se cree, “se esconde en México”, de acuerdo al mensaje en el que se ofreció la suma de dinero por información que permita detenerlo.
Esa recompensa aumentó de 10 a 15 millones de dólares el pasado 19 de noviembre en que el gobierno estadunidense le impuso sanciones financieras a él y otras ocho personas y nueve empresas vinculadas.