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México endurece la vigilancia y control de 25 sustancias análogas del fentanilo

Con esta nueva regulación, el gobierno busca anticiparse a una posible crisis sanitaria nacional por el uso de opioides sintéticos y detener el tráfico de fentanilo.
mié 17 diciembre 2025 05:00 PM
México incluye sustancias análogas del fentanilo en lista de estupefacientes
Con la reforma a la Ley General de Salud, el país prohibió el Nitazeno, una sustancia considerada más potente que el fentanilo. (Foto: Claudia Daut/Reuters)

Mientras Estados Unidos mantiene la presión para reducir el tráfico de fentanilo, México avanza en la regulación de opioides similares a esta droga con controles más estrictos.

Unas veinticinco sustancias análogas del fentanilo fueron incluidas en la lista de estupefacientes y 10 medicamentos fueron reclasificados como psicotrópicos por su alta posibilidad de generar adicción.

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El objetivo es “prevenir el abuso, la dependencia y el tráfico ilícito de sustancias con potencial adictivo”, además de preservar, con vigilancia rigurosa, el acceso a fuertes medicamentos “con usos terapéuticos legítimos”.

Los cambios fueron propuestos en la reforma a la Ley General de Salud de la presidenta Claudia Sheinbaum, que el Senado aprobó el pasado 11 de diciembre.

De acuerdo con el dictamen, con esta decisión México actualiza su normativa con los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

Prohíben la superdroga Nitazeno

La modificación legislativa establece la prohibición del Nitazeno, una sustancia sin valor terapéutico más potente que el fentanilo, letal en dosis mínimas y resistente a los antídotodos contra sobredosis como la Naloxona.

Los precursores químicos, fentanilo, nitazenos y otras drogas sintéticas no autorizadas legalmente se incluyen como estupefacientes con prohibición de su producción, distribución, comercialización y enajenación.

El Carfentanilo, un sedante para animales tan grandes como los elefantes, también entró a la lista de estupefacientes. Su uso es veterinario solamente, pero de manera ilícita se aplica como adulterante de otras drogas.

También el Parafluorofentanilo, un analgésico potente análogo del fentanilo. Aunque fue desarrollado en 1960 por una farmacéutica, actualmente no tiene un uso médico aceptado en Estados Unidos y está clasificado como una sustancia controlada en la Lista I de la Administración para el Control de Drogas (DEA).

La lista de estupefacientes implica que esas sustancias solo podrán usarse con fines exclusivamente médicos o científicos, por profesionales autorizados por la Secretaría de Salud y mediante recetarios especiales.

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Nuevos psicotrópicos

Además, la reforma reclasifica como psicotrópicos los compuestos Pseudoefedrina, un descongestionante nasal, y la Norpseudoefedrina, un medicamento supresor del apetito.

En los dos casos se elevó su nivel de riesgo y se catalogaron con valor terapéutico, pero que constituyen un problema grave de salud pública, debido a que se usan en la elaboración de metanfetaminas, las drogas de mayor impacto y consumo en México.

El antidepresivo Anfebutamona (Bupropión) y el analgésico para dolor moderado a intenso Tramadol se incluyen por primera vez en la lista de psicotrópicos y se clasifican de bajo riesgo por sus propiedades psicoestimulantes.

Sin embargo, todos deben mantener “su disponibilidad médica bajo condiciones seguras y reguladas”, con un control más estricto, por su utilidad terapéutica.

La reforma da 6 meses para la entrada en vigor de esta reclasificación de medicamentos, a fin de que los laboratorios que los producen y comercializan se adapten a los nuevos procesos de aprobación.

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Prevenir una crisis sanitaria

Varias de estas sustancias han sido reguladas de manera similar en Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea ante el aumento de sobredosis y muertes asociadas a su consumo.

Aunque México no alcanza las cifras de esos países, ya comenzó a reportar pocos casos de demanda de atención médica por uso de opioides.

“La regulación propuesta permite al Estado anticiparse a una crisis sanitaria, evitando que estas sustancias se normalicen en el mercado ilícito mexicano”, justifica la reforma.

Pese a estos avances, el presidente estadounidense Donald Trump designó al fentanilo como un “arma de destrucción masiva” en una orden ejecutiva firmada el lunes. Podría utilizar dicha declaratoria para intervenir en otros países en una supuesta lucha contra los cárteles de la droga.

Sheinbaum declaró que su gobierno analiza las implicaciones de esta orden ejecutiva y rechazó una posible intervención.

“El fentanilo también tiene un consumo legal, el fentanilo se utiliza como anestésico. Entonces, qué implicaciones tiene para el uso legal y para el uso no legal”, declaró el martes.

Su reforma en salud apela a ese criterio: busca controlar las sustancias, pero mantener el acceso controlado a aquellas que tengan valor terapéutico.

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