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"¿De parte de qué partido viene?”, candidatos judiciales 'batallan' en campañas

La búsqueda del voto concluirá el próximo 28 de mayo en todo el país y con la confusión de los ciudadanos sobre los cargos a elegir; candidatos al PJ reciben peticiones de mejora urbana.
mar 20 mayo 2025 11:59 PM
Candidatos judiciales y su peregrinar por votos; en la imagen Rafael Inti Castillo, en Iztapalapa
En un recorrido por Iztapalapa, el candidato a magistrado penal de la CDMX, Rafael Inti Castillo Serrato, recibió peticiones de iluminación, poda de árboles y mejoramiento de banquetas.

La elección judicial del 1 de junio sacó de sus oficinas y escritorios a miles de litigantes y juzgadores, y los lanzó a la calle a practicar el "arte" de tocar puertas, sonreír, estrechar manos y prometer: son los nuevos aprendices de la política.

A estas alturas de la campaña, los candidatos ya sufrieron desencantos. La mayoría no acepta ni el volante, o lo toma y lo tira; algunos aceptan la pega de carteles en sus casas, pero sin firmar de autorizado; ninguno compromete su voto y no falta algún vecino que les reclama el actuar del Poder Judicial.

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“¿De parte de qué partido viene?”, suelta Alicia, apenas abre la puerta a un candidato.

Se trata de Rafael Inti Castillo Serrato, abanderado a magistrado en materia penal de la Ciudad de México, quien tocó a su puerta en su visita a los límites de Iztapalapa y Tláhuac, el distrito judicial número 8, como parte de su campaña que, por ser local, comenzó el 16 de abril.

Es el sábado 17 de mayo, a dos semanas de la elección del 1 de junio, y el recorrido dura más de tres horas a pleno rayo del sol, con sensación térmica de 30 grados en las colonias Mirasoles (o las Antenas), Esperanza y López Portillo, las tres, como toda Iztapalapa, territorio Morena.

Es una alcaldía donde, prácticamente, el 100% de las personas con las que se habla sabe que el 1 de junio hay elección, pero ninguno le atina al número de boletas que recibirá en su casilla, pues dicen que son cuatro o seis, pero no saben que habrá tres más, de la elección local. En total serán nueve papeletas las que deberán tachar.

Muchos sí abren su puerta y platican con el candidato, pero ninguno garantiza apoyo; de una veintena de casas visitadas solo en dos tienen la certeza de ir a votar y en un domicilio expresan duda.

-¿Va ir a votar?, pregunta el candidato judicial.

-"Eso si llego, a esta edad ya no se sabe. Pero si amanezco, a como dé lugar, quien quiere puede… y voy", expresa Juvencio García, de 79 años.

En su casa, tres logotipos redondos del Censo del Bienestar acreditan que ahí tres adultos mayores recibirán asistencia médica en casa. Es en esos domicilios marcados donde no hay falla: todos abren su puerta y platican con quien llega a hacer campaña, muchos quieren ser escuchados y ahora fue el candidato judicial local, el primero que se para por la zona.

-"¿Por quién vamos a votar si todos son unos corruptos? ¿Quién los pone, Calderón, Peña Nieto? También había puesto unos la tal Piña, otra corrupta”, comenta Alicia cuando platica con Castillo Serrato.

-"Por eso es importante que la gente nos conozca. Yo no soy político, no son corrupto, yo soy litigante, veo casos penales, diario peleo contra el sistema que solo manda a la cárcel a los pobres. Este del volante, soy yo, ahí sí me bañé, pero soy el mismo", le dice el candidato.

"Es muy importante que si quiere apoyarme vote 06. Y que ponga el cero porque ya ve que alguien por ahí le pone un uno ya es 16, ya es otro. Si quiere votar por las demás boletas vota, si no quiere, pues tacha las demás".

Obligado a hacer campaña, Castillo Serrato ha aprendido a tocar esas casas en primer lugar, a retirarse si no abren para no perder minutos de proselitismo y administrar recursos y tiempo. También a torear casos problemáticos o agresiones.

-"¡No, aquí nada de política!", le dice un joven, el único con actitud a la defensiva que se encontró durante el recorrido, "ni tomen video de mi casa", reta molesto.

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Con su formación de psicólogo y abogado penal, Castillo Serrato lidia con estos casos que halla en la calle, pero ahora en campaña.

Advierte que la mayoría de los juzgadores enfrentan problemas incluso personales para hablar en público, presentarse y dialogar con la gente.

“Conozco algunos que son candidatos y, o se bajaron de la candidatura o prefieren no hacer campaña porque tienen temor de expresarse”, señala.

Pero no siempre hay resistencia a oírlos. En casa de la familia López, por ejemplo, una mujer escucha todo lo que comenta el candidato.

—¿Y vas a ser un chingón? ¿'De a de veras'?, le preguntan en ese domicilio.

—Lo que ve, es lo que hay. Mire: le voy a hacer una promesa y una propuesta: decía mi abuelo que lo que se dice con la boca, con los huevos se sostiene, responde el litigante en el mismo tono.

"A lo mejor usted ha sido víctima del delito, algún familiar, alguien, o a lo mejor ha conocido de chavos que van en la calle normal y la policía para sacar un dinerito les siembra algo y pues hay inocentes en la cárcel. Yo me encargo de ver esos casos y estamos hartos de eso, por eso soy candidato a magistrado, para revisar lo que hacen los jueces, lo que pasó en los procesos", agrega el aspirante.

A su paso, hombres y mujeres, sin importar la edad, no saben la diferencia entre los candidatos de siempre (alcaldes, diputados, jefe de gobierno) y éste, que les habla de delitos y jueces, pero no terminan de entender de qué se trata la elección.

—Pero entonces, ¿de qué delegación vienes o a dónde vas?, le dice la señora López tras la explicación del abogado sobre su aspiración a ser magistrado.

En la esquina de la calle 11 y la avenida Ávila Camacho, en la colonia José López Portillo, Julieta y su hijo Édgar escuchan con atención.

—Oye, pero bueno ¿Quién se va a postular?, le cuestionan.

—Yo... a magistrado penal, responde y comienza nuevamente su explicación.

-Oye mira: yo tengo este árbol si te das cuenta no lo sembraron bien y si te das cuenta la raíz está arriba y yo de hecho cuando construí las raíces estaban grandísimas... a lo mejor me podrías apoyar, le piden.

Enseguida muestra su problema: un alto pino con raíces que se desbordan y ya rompieron la banqueta. Hay riesgo de caída y afectación a su casa y, aunque hace dos años lo podaron, ya está igual, así que le piden al candidato a magistrado les ayude para que se recorte el árbol.

Candidato va para magistrado, le piden apoyo para poder cortar árbol, en Iztapalapa
En su recorrido por Iztapalapa, el candidato Rafael Inti Castillo Serrato recibió una petición para podar un árbol y arreglar una banqueta... aunque no será parte de sus funciones en caso de ganar.

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El candidato le orienta a acudir a la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), y le explica qué hacer.

Si hay muchos casos así…me han pedido principalmente gestiones administrativas, por ejemplo iluminación. O denuncias de que personas que están extorsionando en mercados, como el de Santa María Tomatlán aquí en Iztapalapa donde dicen: ayúdenos".
Rafael Inti Castillo Serrato, candidato a magistrado penal de la CDMX.

“Eso pues no está dentro en nuestras facultades, pero lo que sí podemos hacer, pues al final de cuentas somos abogados y conocemos la ley, podemos dar una recomendación”, abunda.

Castillo camina con su visera para el sol, su mochila, carteles, volantes, un tripié, celular y un símil de la boleta en la que está su nombre, impresa a doble carta y enmicada, para mostrar cómo se puede votar para apoyarlo.

Y, raro en una campaña, a unas calles está el enorme tianguis de Canal Nacional con miles de personas, pero no se dirige hacia allá.

“Al principio si recorría muchas calles, mercados, tianguis, entregaba volantes, caminaba mucho… y te lo hacían a un lado, lo rechazaban o si lo aceptaban ya al rato ya los veías tirados, y pues si es dinero tirado a la basura", lamenta.

“En los tianguis y mercados la gente también está harta de que los bombardeen con propaganda” dice.

Su inversión en propaganda fue de ocho pesos cada cartel y ochenta centavos el volante; la ley exige el uso de papel reciclable, por lo que aprendió a administrarse mejor y a optimizar el uso de su propaganda.

A su paso casi nadie voltea porque los candidatos no pueden usar equipo de sonido ni hacerse acompañar de personal o colaboradores, como en las campañas regulares, pero sí pone música a todo volumen y privilegia las visitas a las casas cercanas a donde se colocarán las urnas.

“Dicen que si una casilla está a más de cuatro calles, que son unos dos kilómetros, la gente no sale a votar y que los adultos mayores son los que van más temprano”, explica.

Ahora toca puertas y dialoga con sus habitantes, pide permiso y coloca carteles cerca de donde habrá casillas, pero no tanto -50 metros lejanos de ellas-, pues de lo contrario serán retirados, pues el día de la elección está prohibido tener propaganda cerca.

El reto de hacer campaña

A diferencia de Castillo Serrato, otros candidatos son reacios a hacer campaña.

Los más desinhibidos ya tenían redes sociales, seguidores y conversación, pero la gran mayoría se estrenó en Facebook, Instagram, TikTok o X el 30 de marzo, en que iniciaron campañas federales, o el 16 de abril, cuando arrancaron las locales.

Algunos candidatos —muchos cercanos a Morena— cuentan con apoyo de volanteros y personal que les coloca propaganda en postes y mobiliario, e incluso convoca a “asambleas”, lo que está prohibido.

Como en Iztacalco y Benito Juárez, donde los postes han sido "invadidos" por los carteles de Eduardo Santillán, exdirigente, exdiputado y exfuncionario de Morena, hoy candidato a ministro de la Corte.

Propaganda de candidato a ministro de la SCJN Eduardo Santillán, en mobiliario urbano y prohibida en comicios judiciales
La propaganda en mobiliario urbano está prohibida en comicios judiciales; en la imagen publicidad del candidato a ministro de la SCJN Eduardo Santillán, exdiputado de Morena.

En otros casos, como candidatos considerados cercanos a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, solo aparecen en videos en redes sociales, grabados profesionalmente, como Alfonso Sierra, aspirante a magistrado, y Bernardo Arias, candidato a juez penal, el primero incluso con una canción para promoverse, lo que ha sido denunciado como irregular en otros casos.

Como ellos, otros apenas abrieron sus cuentas en redes, han publicado escasos videos y se les ve nerviosos, cohibidos al pedir el voto o grabar un video.

Salir a la calle, entregar volantes, sonreír, hacer bromas y ser simpáticos para promoverse está fuera de lo que han hecho en el pasado, por lo que prefieren no ser acompañados.

Como Miguel Ángel Martínez Hernández, candidato a magistrado del trabajo quien contiende en el distrito 10, que incluye las alcaldías Venustiano Carranza e Iztacalco.

Martínez dice haber realizado horas de campaña en Iztacalco, en colonias como Viaducto Piedad. Él no acepta ser acompañado a su jornada de volanteo, prefiere ir solo, sin compañía.

“Para evitar problemas con el Instituto Nacional Electoral (INE) por aquello de las prohibiciones a entrevistas", argumenta.

En largos tramos de la calle Sur 16, colonia Agrícola Oriental, se aprecia, eso sí, que volanteros ya pasaron y dejaron en cada casa montón de propaganda: "Víctor Octavio Luna a magistrado administrativo, candidato 39 de la boleta rosa", la misma donde aparecerá Martínez Hernández con el número 40.

También están tirados en los patios de las casas los volantes de Maribel Valencia, candidata 18 de la boleta verde a jueza civil de la CDMX, y volantes de otros colores como amarillo, turquesa y morado que no se alcanzan a leer ... para mucha gente esa propaganda solo es basura en su patio que es barrida y tirada sin revisar.

A pesar de las dificultades, los candidatos judiciales siguen aprendiendo a ser políticos y candidatos, una faceta que esta elección inédita también les ha impuesto.

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