Los claroscuros de Ernesto Zedillo como presidente de México
Ernesto Zedillo Ponce de León fue el último mandatario del PRI en su ciclo ininterrumpido de 71 años en el poder. Su sexenio estuvo marcado por una severa crisis y varios episodios polémicos.
Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de México entre 1994 y 2000, se encuentra en la polémica luego de que la semana pasada reapareció públicamente, a través de un ensayo y una entrevista, donde habló sobre “la muerte de la democracia” por la Reforma Judicial en el país y criticó a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Acá te contamos cuáles fueron sus claroscuros como mandatario federal.
Publicidad
Ernesto Zedillo fue el último mandatario del PRI en su ciclo ininterrumpido de 71 años en el poder. Su sexenio estuvo marcado por una severa crisis económica, importantes reformas estructurales y varios episodios polémicos.
Estabilidad económica tras el "error de diciembre"
Uno de los primeros grandes retos que enfrentó el gobierno de Zedillo fue el llamado “error de diciembre”.
El 20 de diciembre de 1994 los mexicanos despertaron con esta noticia, que mezcló la falta de reservas internacionales, la devaluación del peso mexicano, una fuerte fuga de capitales, falta de liquidez y el aumento de la deuda del país.
El término “error de diciembre” fue acuñado por el entonces expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien atribuyó esa crisis a una serie de decisiones de la administración de su sucesor Ernesto Zedillo.
Las empresas que tenían deudas en dólares o habían comprado suministros de Estados Unidos sufrieron un golpe de inmediato. Hubo despidos masivos y los inversionistas extranjeros huyeron del mercado mexicano.
Ernesto Zedillo Ponce de León es economista; se desempeñó como presidente de México desde el 1 de diciembre de 1994 hasta el 30 de noviembre de 2000.(Foto: Rodolfo Angulo/ Cuartoscuro)
La recesión provocó la devaluación del peso en más del 100%, la erosión de las reservas internacionales, una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 6.2%, la quiebra de los bancos y el desempleo.
Sin embargo, el expresidente decidió rescatar a los bancos y grandes empresarios convirtiendo su deuda privada en pública en lo que se conoce como: Fondo de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Fue así que Zedillo implementó un plan de rescate que, junto con un paquete de apoyo de EU y el Fondo de Monitereo Internacional, estabilizó la economía, restauró la confianza de los mercados, logró controlar la inflación y sentar bases para una mayor estabilidad macroeconómica.
Publicidad
Transición democrática
Uno de los principales logros que se reconoce en el gobierno de Zedillo fue la apertura política que se alcanzó y que permitió la alternancia en el poder.
La reforma electoral de 1996 que Zedillo impulsó permitió así fortalecer la autonomía e independencia del Instituto Federal Electoral (IFE), además de que niveló los montos de financiamiento público a los partidos, lo que facilitó que en el año 2000 el PAN, con Vicente Fox como candidato, ganara la presidencia.
Fue así que por primera vez en más de siete décadas, el PRI dejó el poder de forma pacífica y democrática.
En la jornada del 2 de julio del 2000 el candidato priista Francisco Labastida Ochoa cayó derrotado con el 36.1% de los votos frente a Vicente Fox Quesada, anterior gobernador de Guanajuato, quien obtuvo el 42.5%.
El resultado fue reconocido por Zedillo, quien llamó a una transición ordenada y ofreció su colaboración al presidente electo, con el que se reunió a las pocas horas de conocerse el desenlace electoral.
Zedillo también impulsó reformas con las que buscó fortalecer el Poder Judicial, incluyendo la creación del Consejo de la Judicatura Federal, como instancia encargada de la administración y vigilancia de los tribunales federales.
Con la reforma se rediseñó la estructura y atribuciones de la Suprema Corte para convertirla en un órgano más compacto e influyente, dedicado a la resolución de asuntos que involucraban la interpretación de la Constitución federal.
La reforma que Zedillo presentó el 5 de diciembre de 1994, cuatro días después de que tomó posesión de la Presidencia de México, representó cambios sin precedente, pues el expresidente transformó la composición, estructura y funciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La reforma provocó cambios en materia de seguridad pública, procuración de justicia y administración de justicia.
La medida más controversial estuvo en la propuesta de reducir de 26 a 11 ministros la Suprema Corte y que los que estaban en funciones fueran jubilados anticipadamente y se diera paso a un proceso de selección de nuevos ministros.
Dado que en ese entonces, el PRI ya no contaba con los legisladores necesarios para modificar por sí mismo la Constitución, la reforma se negoció con la oposición.
La reforma de Zedillo redujo de 26 a 11 en su número de integrantes y estableció un periodo fijo de 15 años en el cargo y no hasta que llegaran a la edad de retiro obligatorio de 70 años.
Además, fijó requisitos más estrictos para ser ministro de la SCJN y cambios en la manera en que éstos eran propuestos y votados.
Tras dirigir la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio, quien fue asesinado el 23 de marzo de 1994, Zedillo fue elegido como nuevo candidato presidencial por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, y resultó vencedor por un amplio margen en la convocatoria electoral de agosto de 1994.(Pedro Valtierra)
Publicidad
Controversias y aspectos negativos
El "error de diciembre" provocó una de las peores crisis económicas del país. El peso se devaluó drásticamente, millones cayeron en la pobreza, y hubo cierres masivos de empresas.
Aunque el gobierno de Zedillo estabilizó la economía, el costo social fue altísimo: desempleo, migración, y pérdida del poder adquisitivo.
Privatización del sistema ferroviario
Además, en el ámbito económico, Zedillo continuó con la privatización de empresas estatales, como los Ferrocarriles Nacionales de México.
Entre 1996 y 1998, Zedillo entregó concesiones por entre 20 y 50 años a empresas como:
Grupo Ferroviario Mexicano (Ferromex).
Grupo Acerero del Norte (Peñoles).
Medios de Comunicación y Transporte de Tijuana.
Grupo Triturados Basálticos (Tribasa).
Además, le entregó una concesión por 1,400 millones de dólares a Transportación Ferroviaria Mexicana (TFM), asociada con la estadounidense, Kansas City Southern Industries.
Cuando finalizó su sexenio, Zedillo Ponce de León participó en el Consejo de Administración de Union Pacific, miembro del Grupo Ferroviario Mexicano (GFM) conformado por Grupo México e Ingenieros Civiles Asociados (ICA), a la que le entregó una concesión en 1997 para operar el Ferrocarril Pacífico Norte.
Durante la gestión de Zedillo que abarcó del 1 de diciembre de 1994 hasta el 30 de noviembre de 2000, ocurrieron matanzas que atrajeron la lupa a nivel internacional, conflictos político-electorales y la privatización de algunos bienes de la nación.(Foto: Germán Romero/ Cuartoscuro)
Activación del Fobaproa
El sexenio de Zedillo también estuvo marcado por la polémica tras implementar el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), mediante el cual el gobierno absorbió deudas privadas de bancos para evitar su quiebra.
Esta medida fue duramente criticada por sectores sociales y políticos.
Si bien el Fobaproa se creó en 1990, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, no se activó hasta 1995 con Zedillo.
Zedillo optó entonces por rescatar a los bancos en lugar de permitir su quiebra, utilizando el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, Fobaproa, creado en 1990 con la finalidad de ser un fondo de contingencia económica, el cual pudiera hacer frente ante la posible falta de liquidez de la banca.
De 175,000 millones de pesos que costaría el rescate de banqueros y empresarios, la cifra aumentó a 3 billones de pesos, según ha señalado el expresidente López Obrador, lo cual afecta, pues cada año los mexicanos deben pagar de 40 a 60,000 millones de pesos por intereses desde hace 20 años.
El uso de capital del Estado para dar liquidez a los bancos fue señalado como un acto de corrupción y aprovechamiento por parte de los banqueros, quienes ingresaron las deudas de las instituciones a la cartera vencida que rescató el gobierno.
En los siguientes años, el Fobaproa absorbió la deuda de los bancos, que para 1999, año en que se publicó la Ley de Protección al Ahorro Bancario, llegó a los 552,300 millones de pesos, es decir, el 11% de la economía del país en ese momento.
Actos de represión y violaciones a derechos humanos
En materia de derechos humanos, el gobierno de Zedillo fue señalado por su respuesta a conflictos sociales, en especial en Chiapas, donde ocurrió la masacre de Acteal en 1997, en la que 45 indígenas tzotziles fueron asesinados por grupos armados.
Fue el día 22 de diciembre de 1997 que se situó la llamada Matanza de Acteal: una incursión paramilitar en la localidad de Acteal, en el municipio de Chenalhó, ubicado en la región de Los Altos de Chiapas al sureste de México.
Un grupo de aproximadamente 60 paramilitares dispararon con armas reservadas para uso exclusivo del Ejército a un grupo de hombres, mujeres y niños integrantes de la organización pacífica “Las abejas”, quienes se encontraban haciendo oración dentro de una ermita del poblado Acteal, en donde se encontraban en situación de desplazamiento.
Aunque la administración de Zedillo negó su responsabilidad directa, organizaciones nacionales e internacionales acusaron al Estado de omisión.
La masacre de campesinos en Aguas Blancas es otro de los hechos ocurridos durante el gobierno de Zedillo y es uno de los eventos más recordados de represión.
Fue en 1995, cuando en el poblado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, un grupo de campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) se dirigía en autobuses a una manifestación en la ciudad de Atoyac de Álvarez para exigir, entre otras cosas, apoyos al campo y justicia por la desaparición forzada de algunos de sus miembros.
Sin embargo, en el trayecto, fueron interceptados por elementos de la Policía Estatal de Guerrero, quienes los emboscaron y abrieron fuego, matando a 17 campesinos e hiriendo a otros tantos.
Aunque la masacre ocurrió en un estado, y fue ejecutada por la policía estatal bajo órdenes del entonces gobernador Rubén Figueroa Alcocer, el gobierno federal de Zedillo fue severamente criticado por su reacción tardía y por la protección inicial que brindó al gobernador.
Sin embargo, ante la presión nacional e internacional, Zedillo pidió la renuncia de Figueroa en 1996.
Durante el gobierno de Zedillo, el conflicto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que había iniciado en 1994 con un levantamiento armado en Chiapas, tuvo momentos críticos.
Aunque el levantamiento inicial del EZLN fue en enero de 1994, bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el conflicto continuó durante todo el sexenio de Zedillo y tuvo importantes episodios bajo su mandato.
Fue poco después de asumir la presidencia que Zedillo rompió con el enfoque de diálogo que había predominado tras el levantamiento y en febrero de 1995, lanzó una ofensiva militar en Chiapas para capturar a los líderes zapatistas, especialmente al subcomandante Marcos, cuya identidad fue revelada por el gobierno como Rafael Sebastián Guillén Vicente.
Miles de soldados incursionaron en comunidades zapatistas, pero la presión nacional e internacional forzó al gobierno a detener la ofensiva pocos días después y retomar el diálogo.
Fue así que el 21 de abril, representantes del gobierno y la guerrilla reanudaron las conversaciones en el pueblo de San Andrés Larráinzar para hablar sobre las demandas de las comunidades indígenas. Los encuentros se sostuvieron desde septiembre de 1995 hasta febrero de 1996.
Tras el fracaso de la ofensiva, Zedillo promulgó la ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas (marzo de 1995) que reconocía al EZLN como interlocutor válido y buscaba una solución pacífica al conflicto. Mientras que en 1996 se firmaron los Acuerdos de San Andrés obre Derechos y Cultura Indígenas, los cuales quedaron en "papel mojado" cuando la guerrilla acusó al gobierno de hacer del texto una interpretación unilateral y no ajustada al espíritu que lo había impulsado.
A dos décadas de su salida del poder, el sexenio de Ernesto Zedillo es recordado tanto por su papel en la transición democrática como por las secuelas sociales de la crisis financiera y las decisiones controvertidas que marcaron su mandato.
A pesar de las críticas, organismos como el Fondo Monetario Internacional han elogiado la estabilidad macroeconómica alcanzada en su mandato.
Para muchos, Zedillo fue el arquitecto de una transición política sin precedentes tras tomar acciones concretas que limitaron el control del Ejecutivo sobre el sistema electoral y promovieron mayor pluralismo político; para otros, fue el responsable de cargar a generaciones con una deuda que aún persiste, y es que si bien evitó un colapso financiero total y logró estabilizar la economía, la deuda pública aumentó significativamente, sobre todo por el controvertido rescate bancario a través del Fobaproa.