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"Ya no queremos moches ni palancas, queremos defensores de justicia"

Zulema Mosri, candidata a la Corte y actual magistrada del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, considera que el PJ necesita un cambio para que haya una verdadera cultura de la legalidad.
mar 01 abril 2025 02:29 PM
Zulema Mosri, candidata a ministra de la SCJN.
Mosri califica de terribles y ridículas las limitantes que impuso el INE para hacer campaña, no obstante, alerta que pueden llegar al sistema judicial personas que no han dejado "buena huella".

Zulema Mosri quiere una justicia sin moches que alcance a todas las personas. Con ese postulado, aspira a ser una de las cinco mujeres que conformen la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir de las elecciones del 1 de junio.

Lleva 35 años en el servicio público y, durante ese tiempo, ha ocupado diversos cargos en los tres poderes de la Unión; de 2012 a la fecha se ha desempeñado como magistrada de la Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

La egresada de la Universidad de Sonora, con maestría en Gestión Pública Aplicada por el Tec de Monterrey, se describe como una “servidora de la justicia”, académica, activista y defensora del derecho a la igualdad y la no discriminación.

"Conozco en dónde están fallando las personas juzgadoras, en dónde estamos fallando dentro de un sistema en el que hay incentivos perversos, (...) aún nos falta mucho por hacer y lo que quiero es contribuir a ello", señala.

"Ya no queremos moches ni palancas, queremos defensores de justicia. La injusticia nos duele a todos, nos causa impotencia, pero no podemos permitir que siga habiendo esto por culpa de la corrupción y la impunidad, pero nosotros como personas juzgadoras no podemos ser cómplices ni encubridores de aquellos que no respeten la ley".

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En entrevista con Expansión Política, Zulema Mosri destaca la importancia de contar con años de trabajo, estudio y capacitación para formar parte del sistema judicial porque, enfatiza, no existe el "chip" de la sabiduría.

“El hecho que te designen como persona juzgadora no implica que te pongan el chip de la sabiduría. Para tener este chip implica décadas de esfuerzo, de trabajo continuo y de capacitación para desarrollar herramientas de derechos humanos para impactar en la vida de las personas”, recalca.

¿Quién es Zulema Morsi?

Soy una servidora de la justicia, académica, una activista, defensora del derecho de la igualdad y no discriminación, pero también me encantan mis animales, soy mamá de dos hijos y también de un montón de perritos. Me encanta la comida mexicana, una mexicana igual que disfruta el país con muchos sueños y aspiraciones.

¿Por qué quiere ser ministra?

Para ayudar a que se transforme la justicia y que alcance a todas las personas. He tenido la oportunidad de trabajar en distintas áreas del Estado mexicano, tengo 35 años de servicio, los últimos 15 años como servidora de la justicia, como magistrada federal, y tengo claro que todavía nos falta mucho por hacer.

Actualmente está dentro de las cuatro mejor evaluadas para ministra de la Corte ¿Cómo ve eso?

Es como una gran responsabilidad. El hecho de que las personas nos vean o reconozcan es producto del trabajo, del compromiso incansable; he tenido claro que tengo que dejar constancia y huella en mi compromiso como servidora de la justicia, me refiero en mis asuntos jurídicos, que son de los más importantes en la materia fiscal y administrativa del país, pero también en una acción que yo decidí impulsar que es la igualdad de género y no discriminación.

Zulema Mosri, candidata a ministra de la SCJN.
Zulema Mosri es desde 2012 magistrada de la Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

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Experiencia desde Sonora

Zulema Mosri estudió y comenzó su vida laboral en su natal Sonora.

Durante su carrera universitaria, la candidata a ministra recuerda que, pese a estudiar y trabajar al mismo tiempo, nunca obtuvo un nueve de calificación, sino puro 10, lo que la llevó a obtener el primer lugar como mejor alumna de su generación.

Ha ocupado diversos cargos en los tres Poderes tanto a nivel local como federal. En 2009 fue diputada local en el Congreso de Sonora, también fue titular de la Unidad de Enlace para el Acceso a la Información en la Cámara de Senadores y, desde hace más de 12 años, es magistrada en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

Lleva una carrera judicial de años ¿Cree que esto le da ventaja frente a las demás contendientes?

Tener una carrera jurisdiccional que implique años, diría yo décadas de trabajo, de dedicación definitivamente. Nos da elementos para decirle al pueblo de México que trabajar en el sistema jurisdiccional requiere años de trabajo, de estudio y capacitación.

¿Cuáles son sus debilidades y fortalezas frente a las demás aspirantes?

Todas tenemos perfiles diferentes, todas tenemos trayectorias de vida diferentes, yo lo que le estoy ofreciendo a mi país es una experiencia con una formación en los distintos poderes del estado.

Soy una persona juzgadora que sabe de políticas públicas, que sabe de gestión pública porque he estado en el estado en acción, he estado dentro del diseño, instrumentación y ejecución de políticas, conozco cómo funciona el Estado, la Administración Pública, el Poder Ejecutivo, soy una servidora de la justicia que también trabajé dentro del sistema legislativo de México (…) y he tenido la oportunidad también de servir a mi país dentro de la función jurisdiccional.

Mi experiencia, mi formación, mi trayectoria como funcionaria jurisdiccional después de más de 15 años emitiendo miles de sentencias, pues nos da un criterio para tener claro cuál es la responsabilidad.

¿Cómo ganar un lugar de los cinco que van a estar disponibles para ministras de la Suprema Corte? ¿Y cómo ganarle a Lenia Batres, a Yasmín Esquivel, a Loretta Ortiz?

Ellas son personas juzgadoras a quienes yo respeto, ellas están haciendo su trabajo, pero también estamos otras mexicanas que nos hemos esforzado por hacer nuestro trabajo y por dejar una huella.

Estas elecciones nos permiten que las personas nos conozcan y las personas democráticamente tendrán que decidir qué es lo que quieran. Esta es la oportunidad. Hay mexicanas que nos tomamos muy en serio nuestro trabajo, que nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de velar por los derechos humanos, pero también de velar y que haya un equilibrio en las cuestiones de orden público.

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Reforma Judicial

A finales de 2024, el Congreso estableció que los jueces, ministros y magistrados serán elegidos por el voto directo de los ciudadanos. En las elecciones del 1 de junio se elegirá a 881 juzgadores federales.

Tras la modificación constitucional surgieron críticas, ya que se cambió la forma de seleccionar a los integrantes del Poder Judicial, a lo que Zulema Mosri considera que se debe hacer "lo que sea necesario" para que funcione.

"No sé si era la reforma que se necesitaba, pero es la reforma que es. Esta es una realidad y tenemos que hacer lo que sea necesario, porque así nos conviene a todos para que funcione y que lleguen las mejores personas", señala.

¿Cuál es su opinión sobre la reforma judicial?

Es un cambio, es un desafío. Era claro que iba a llegar un momento que se iba a dar esta reforma, porque queda claro que no ha funcionado del todo bien el sistema de justicia, porque hay muchas personas que tienen una muy mala opinión de la justicia, de acuerdo a los datos del Inegi.

Hay motivos claros por los cuales se tenía que dar una sacudida, pero espero que esta reforma esté acompañada de muchas acciones, programas y políticas para incentivar a la sociedad, al pueblo, a que haya una verdadera cultura de la legalidad, que cambien las formas de relacionarse, pero sobre todo respecto a la ley; ya no queremos injusticia, ya no queremos moches, más bien queremos que los jueces y las juezas sean defensores del derecho y de la justicia.

(Mencione) tres cambios urgentes en la Corte, en el Poder Judicial, en el sistema de justicia

La indiferencia de las personas juzgadoras hacia la problemática de las necesidades de la gente; el hecho de que haya tanto rezago, tantos asuntos. Llega un momento que ya se normalizan las legítimas pretensiones, peticiones de la gente que claman justicia.

Necesitamos terminar con esos factores que permiten que haya un abuso del Derecho. Tenemos que velar por que las herramientas de derechos humanos se apliquen a quienes van destinadas y que no haya un abuso del derecho. Urgen personas que tengan la integridad y, sobre todo, un compromiso con la justicia y con México, con las personas, porque la justicia en sí no es mala, la justicia fue creada como un sistema para resolver las problemáticas. El problema son los vicios y las personas que no actúan conforme a los principios y reglas.

¿Qué opina sobre las críticas que han habido a la reforma judicial? ¿Esta era la reforma que se necesitaba?

Es normal que haya críticas, es normal que la gente también no confíe en la justicia, es normal que la gente ante un camino nunca antes recorrido pues tenga dudas, inquietudes.

Espero que esta experiencia sirva para tener claro que tenemos que corregir en lo subsecuente. Por lo pronto, estamos en un proceso que sí se está haciendo un esfuerzo por que funcione, transite de la mejor manera porque mientras más fuertes son las personas juzgadoras, los órganos jurisdiccionales, más democracia, más libertad, más seguridad, más Estado de Derecho.

¿Cuáles son los cambios que tendrían que notar los mexicanos después de la elección judicial?

Yo espero que después de esto, las personas puedan dar seguimiento y exigir a las y a los jueces que rindan cuentas. Si ya los están poniendo en condiciones de acercarse para pedir al voto, tenemos que exigir que rindan cuentas y que demuestren que están haciendo el trabajo como debe de ser, como lo dice la Constitución y como lo exige el pueblo de México.

¿Las condiciones para aplicar la justicia van a cambiar después de esta conformación de la nueva Corte y después de las elecciones judiciales?

Yo digo que no es suficiente para transformar la justicia el hecho de que cambien a las personas juzgadoras. Está un sistema, una estructura, se van unos, llegan otros y ¿ya va a cambiar esto? Definitivamente no.

Tenemos que cambiar muchas cosas más, todo un sistema. Tenemos que eliminar esos incentivos perversos que han dado lugar a que no se cumplan los objetivos de la justicia; eliminar esas trabas que hacen que la gente no confíe en la justicia, y eliminar los obstáculos que impiden a las personas tocar la puerta o acceder a la justicia.

El hecho de que cambien las personas juzgadoras ahora por la vía directa es un tema que hay que analizarlo con mucho cuidado porque en la medida que tengas la preparación para resolver técnicamente cuestiones que atañen a la vida de las personas, si no tienes los conocimientos, la formación, alguien que esté decidiendo sobre tus cuestiones cuando no tiene la información o el conocimiento de esto, entonces no.

Esta reforma permite a las personas que no tienen carrera judicial poder acceder a un cargo en el Poder Judicial...

Sí, está dando acceso para que personas que hayan demostrado que tienen preparación, vocación de servir a la justicia en México, personas incuestionables lleguen, pero también puede ser que lleguen personas que no han hecho lo correcto, que no han dejado una buena huella, yo no lo sé, por eso la importancia de esto y la importancia de que conozcamos como sociedad a quienes nos van a representar o nos van a impartir justicia.

Campaña en redes

Al igual que los más de 3,000 candidatos a juzgadores, Zulema Mosri inició su campaña para candidata a ministra de la SCJN el domingo 30 de marzo.

La contendiente recorrió las calles de Navojoa, Sonora, para hablar con ciudadanos y convencerlos de obtener su voto. En su primer día de campaña lanzó un canción que dice: "Empoderada con fuerza y pasión, lucha por la verdad en cada decisión. Magistrada valiente, faro de esperanza".

Zulema Mosri -y los demás aspirantes a la Corte- podrán gastar máximo 1.4 millones de pesos para su campaña, recursos que deben provenir de su propia bolsa. Además, no podrán contratar espacios en radio, televisión e internet, tampoco tener reuniones públicas organizadas con templetes, sillas y bocinas, por lo que se concentrará en difundir sus propuestas en redes sociales.

¿Cómo se preparó para las campañas?

Simplemente tener claro que hay que hablar de nuestra trayectoria, que las personas nos conozcan dentro de la legalidad, de los márgenes, de los límites, de lo que se nos permite hacer, pues hacer lo correcto.

El reto es recuperar la confianza, tanto de quienes van a la justicia cotidiana, los asuntos civiles, penales, familiares, pero sobre todo, también, igual de importante, es recuperar la confianza de aquellos que generan inversiones, empleos, de aquellos que dan seguridad social a las personas.

¿Cómo te vas a dar a conocer y qué es lo que pueden prometer cuando no son representantes populares?

Me voy a dar a conocer por las redes sociales y por lo que nos permite de ir a las casas a entregar un papel diciendo quiénes somos, es todo lo que se nos permite. No somos representantes populares, pero somos funcionarios, funcionarias públicas, somos servidores de la justicia y con la huella de congruencia en las sentencias nos damos a conocer.

¿Cómo ve las limitantes que les ha puesto el INE para realizar las campañas?

Terribles, ridículas y terribles las limitantes, o sea, en una elección nacional donde tenemos que darnos a conocer, donde prácticamente todo está prohibido, pues ¿Para qué se hace una reforma en este sentido? ¿Cuál es el propósito de una reforma donde piden la elección por voto directo, libre y razonado de las personas cuando tenemos todas las restricciones del mundo?

No son las mismas reglas que se dan para los otros poderes. Me parece absolutamente absurdo las reglas que no permiten que se cumplan los propósitos de la reforma, porque de qué manera te vas a dar a conocer, quién va a saber quién eres tú, qué incentivos se están generando, pues que las personas o voten a ciegas por quien les digan, pues me parece ridículo lo que está pasando aquí, pero sobre todo con las reglas que pone el INE.

El tope es 1.4 millones de pesos para la campaña, en el caso de los ministros ¿Es suficiente, alcanza para realizar la campaña?

Mira, alcanzaría en la medida de, en una competencia clara, razonable, objetiva, donde hubiese equidad en la contienda, podría alcanzar, pero nos están metiendo a un sistema lleno de incentivos perversos, donde quien tenga dinero es el que va a resolver los temas, pagando encuestas, pagando cosas. Que quede claro, las personas juzgadoras somos diferentes.

¿Cuál es el principal reto para convencer al electorado?

Para convencerlos bien, decirles a las personas la importancia de que participen, porque la justicia en México es de todos nosotros.

La justicia es de todos y en la medida que tengamos un gran sistema de justicia, pero implica que nosotros como sociedad estemos revisando, participando, vigilando, exigiendo mecanismos para que nos informen que efectivamente están haciendo bien.

¿Cuál es la legitimidad con la que se conformará la Corte cuando el INE estima que la participación va ser de entre el 8 y el 15%?

Es un proceso inédito, por primera vez en México se elige a las personas juzgadoras. Sé que es un tema democrático en el cual en los últimos años hemos visto que no hay tanta participación social. Tenemos que motivar a las personas para que haya participación y legitimen y elijan a sus autoridades.

¿Qué legitimación? Depende de nosotros, el pueblo depende de nosotros, las y los ciudadanos, asegurar que México tenga las personas juzgadoras que merecen.

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