José Manuel Urquijo, consultor y estratega en comunicación política e imagen pública, advierte que, para llamar la atención y diferenciarse de los demás contendientes, algunos candidatos están cayendo en hacer ridículos.
Eso es arriesgado, considera, porque un juzgador debe guardar cierto perfil, aunque reconoce que es parte de las estrategias de comunicación.
Arrancaron estas campañas viendo muchos esfuerzos digitales, en su mayoría son esfuerzos que caen en lo ridículo para llamar la atención".
José Manuel Urquijo, consultor.
Está el caso de Dora Alicia Martínez Valero, candidata a la Suprema Corte quien ya se identifica en sus redes como "Dora la transformadora".
"Durante años la justicia ha sido trámites, silencio y papeles que se acumulan sin respuesta. Estamos hartos: son vidas, son tragedias, son personas. La justicia no puede seguir escondida, hoy derribo este muro para que la justicia llegue a donde siempre debió estar, cerquita de ti (...) soy Dora la transformadora", dice en un video publicado en su cuenta X.
La contendiente tiene experiencia haciendo campañas, pues fue diputada federal de 2006 a 2009 por el PAN. También fue consejera Legislativa y representante de ese mismo partido ante el Consejo General del entonces Instituto Federal Electoral (IFE).
Otro caso es el del candidato Arístides Guerrero García, quien aparece en un video en el que asegura estar “más preparado que un chicharrón”, ya que cuenta con doctorado, dos maestrías y especialidad en Derecho Constitucional por la UNAM.
“Mire, profe, este chicharrón se parece a usted... porque está preparado”, dice una joven al acercarse al contendiente, quien también es docente en la máxima casa de estudios.
"Estoy más preparado que un chicharrón para ser ministro", agrega el candidato en el video.
José Manuel Urquijo comenta que este tipo de publicaciones se deben a que el principal reto de los contendientes es lograr diferenciarse entre ellos, pues solo para llegar a la Corte hay más de 60 contendientes.
Observa que estas elecciones serán distintas a las anteriores porque esta vez no habrá colores distintivos de los partidos políticos para reconocer a los contendientes.
“Aquí será más complicado hacer esa asociación entre nombre, apellido del candidato, un número, el color de la boleta y el cargo al que aspirar. Ese es el principal reto del candidato", apunta el especialista.
Otro candidato que ha incurrido en este tipo de estrategia para llamar la atención es Abraham Dávila Rodríguez, quien también es candidato a ministro. El contendiente comenzó su campaña bailando al estilo de Kendrick Lamar.
Otros han decidido recurrir a lo que está en tendencia para visibilizar su campaña, como Alberto Aldrete Ramírez, quien es candidato a magistrado de circuito en Zapopan. Él convirtió su foto en caricatura japonesa y la acompañó de un jingle.
“Alberto Aldrete grábalo en tu mente. En esta elección soy tu mejor opción. Quiero ser magistrado federal, dame tu voto para poderlo lograr; Alberto Aldrete justicia independiente”, se escucha mientras el contendiente convertido en caricatura se le ve caminando.