"Este impacto no se limitaría a compañías mexicanas, sino que también podría extenderse a estadounidenses y multinacionales con operaciones transfronterizas. Tal situación podría derivar en una paralización de proyectos y transacciones comerciales, motivada por el temor a posibles sanciones legales o económicas", señala un estudio de la Cámara de Diputados.
El 19 de febrero, el Departamento de Estado de Estados Unidos agregó a su lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras a ocho grupos criminales , de ellos seis cárteles mexicanos: el de Sinaloa; el del Noreste; del Golfo Jalisco Nueva Generación; Cárteles Unidos y La Nueva Familia Michoacana.
Francisco Rivas Rodríguez, director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad Asociación Civil (ONC), observa que aún no está claro el alcance que esta declaratoria de la administración Trump tendrá para México.
No obstante, subraya el especialista en seguridad, podría tener consecuencias en varios niveles: Uno, que Estados Unidos busque la participación directa para desactivar a esas organizaciones, en cuyo caso México sufriría las consecuencias con más violencia.
La segunda es que, al considerar como terroristas a cárteles del crimen organizado, cualquier relación con estos, incluso involuntaria o forzada, sea vista como apoyo al terrorismo, lo cual preocupa al sector.
“Por ejemplo, si algún aguacatero tiene un chofer y este por algún motivo empieza a traficar droga, incluso si no lo sabe el aguacatero, el empresario es el que corre el riesgo de que sus activos sean bloqueados y, por lo tanto, pues que tenga que enfrentar incluso problemas legales severos a pesar de no tener responsabilidad sobre lo que hizo o no hizo su empleado”, apunta.
"Los ciudadanos honestos que se dedican a actividades lícitas y que no tienen realmente contacto están en riesgo por la misma característica de su actividad".
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad.
De acuerdo con Rivas Rodríguez, otro escenario que podría presentarse es que se presuma una relación con ese tipo de grupos criminales por el pago de una extorsión o rescate.
"Podría darse el caso de que el Departamento de Justicia solicite el bloqueo de cuentas porque una persona está pagando extorsión o en el pasado pagó el rescate de un secuestro, o se sometió de alguna manera al peso de la delincuencia”, advierte.
Las consecuencias entonces las sufriría la persona o la compañía, a pesar de que muchos empresarios pagan "piso" o rescates por fallas del Estado.
"No porque ellos quieran", recalca, "entonces todos estos son riesgos reales que se deben considerar y que pues en ese sentido el gobierno mexicano debería de tener una estrategia para proteger al ciudadano”.
El Observatorio de Asuntos Globales de la Cámara de Diputados coincide en que hay poca claridad sobre la trascendencia que tendrá la orden ejecutiva de Trump que condujo a clasificar como terroristas a los cárteles citados.
Pero las consecuencias posibles, subraya en un documento, abarcan desde el bloqueo de transacciones y congelamiento de activos, hasta su incorporación a un régimen especial para terroristas.